El barrio de La Mina, en Sant Adrià de Besòs, ha sido este viernes uno de los puntos más sensibles del décimo dispositivo ‘Kanpai’, la estrategia policial impulsada por los Mossos d’Esquadra para presionar a los delincuentes multirreincidentes y reforzar la percepción de seguridad. La operación, que se ha desplegado simultáneamente en Barcelona, Santa Coloma, Badalona, L'Hospitalet, Esplugues, Cornellà, El Prat y en la red de metro y aeropuerto, ha movilizado a más de 800 agentes de diferentes cuerpos: Mossos, Policía Nacional, policías locales y Policía Portuaria.
La Mina, un objetivo prioritario
A lo largo de las primeras horas de actuación en el barrio, los agentes han llevado a cabo seis intervenciones y han identificado a 58 personas que acumulaban cerca de 350 antecedentes policiales. También se ha detenido a dos personas con órdenes judiciales pendientes y se han intervenido diversas armas blancas de grandes dimensiones.
Uno de los puntos con más actividad ha sido la plaza Camaron, alrededor de los bajos del edificio Mart, donde hay dos bares que, según fuentes policiales, funcionan como espacio habitual de encuentro de delincuentes y donde en los últimos meses se han registrado peleas entre clanes familiares. Durante las inspecciones, la Policía Local ha detectado múltiples irregularidades: uno de los bares funcionaba sin licencia, ninguno de los dos disponía de seguro de responsabilidad civil y ambos presentaban graves carencias de higiene y seguridad, con presencia de cucarachas y lavabos inutilizables.
“El dispositivo es quirúrgico y nos permite actuar allí donde la delincuencia se arraiga”, ha apuntado el subjefe de los Mossos en Sant Adrià, que recuerda que en el barrio ha habido incidentes graves, como los 28 disparos registrados a principios de septiembre.
Controles, inspecciones y actuaciones coordinadas
Antes de las acciones en los bares, los Mossos habían activado tres controles de paso en diferentes puntos del barrio y habían intervenido en un asentamiento detectado como núcleo de recepción de material robado y distribución de drogas. Los agentes destacan que en estos espacios es frecuente encontrar personas con fuertes adicciones y numerosos antecedentes, que a menudo cometen hurtos y robos para financiar el consumo.
Paralelamente, el dispositivo ha incluido inspecciones en un **punto limpio de la calle Ávila**, donde se buscaba cobre robado, y en una **sala de juego de la calle Pelayo**, en Barcelona. En ambos casos, se efectuaron comprobaciones administrativas y diversas identificaciones.
El metro, otro eje del dispositivo
La red metropolitana de transporte también ha sido objeto de un operativo específico. En estaciones como La Sagrera o La Torrassa, la Unidad Regional de Transporte Urbano ha priorizado la detección de carteristas activos y de armas blancas. En solo unas horas, se han localizado entre cuatro y seis navajas, títulos de transporte presuntamente sustraídos y varios carteristas multirreincidentes.
Uno de los episodios más tensos se ha producido en la estación de Arc de Triomf, cuando un ladrón ha intentado robar a unos turistas y ha huido por las vías. La persecución ha obligado a interrumpir el servicio durante unos minutos hasta que los Mossos, con apoyo de seguridad de TMB, han podido reducirlo con espuma incapacitante. El hombre ha sido detenido por hurto, desobediencia y desórdenes públicos, y los agentes lo consideran “de alto riesgo” por reincidencia.
Resultados globales del dispositivo
En conjunto, el décimo ‘Kanpai’ se ha saldado con:
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70 personas detenidas (con más de 570 antecedentes acumulados)
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34 investigados (con casi 200 antecedentes)
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122 denuncias administrativas por drogas o armas
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39 actuaciones por la Ley de Seguridad Ciudadana
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2 vehículos robados recuperados
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6 patinetes eléctricos decomisados
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74 denuncias de tráfico
Un plan policial “pionero” según Interior
La consejera de Interior, Núria Parlon, ha participado en el briefing previo del dispositivo y ha subrayado que el plan Kanpai es “pionero e innovador” y que tiene un doble objetivo: reducir la multirreincidencia y eliminar la sensación de impunidad entre los delincuentes. Parlon ha destacado también la coordinación entre todos los cuerpos policiales y la implicación de unidades especializadas como la ARRO, la BRIMO, la unidad canina o los medios aéreos.
Por su parte, los mandos de los Mossos, Josep Lluís Trapero y Josep Esquius, han coincidido en remarcar que los operativos Kanpai “están dando resultados” y que cada vez más municipios piden incorporarse a esta metodología.
Un dispositivo de 16 horas de presión policial
La operación, iniciada a las 14.30 h de ayer, se ha alargado hasta bien entrada la madrugada, acumulando dieciséis horas de trabajo intensivo y actuaciones simultáneas en la calle, establecimientos, transporte público y puntos de conflictividad detectados previamente por inteligencia policial.
Con este décimo operativo, los Mossos dan continuidad a una estrategia que quiere situar la presión sobre los delincuentes multirreincidentes y reforzar la seguridad en los espacios más transitados del área metropolitana.
