El Instituto Municipal de Servicios Sociales (IMSS) de Barcelona incorporará durante 2021 un centenar de profesionales adicionales que se destinarán a los 40 Centros de Servicios Sociales (CSS) y los 13 Equipos de Atención a la Infancia y la Adolescencia (EAIA) que hay en la ciudad. Esta medida ha sido posible por el acuerdo al que han llegado el Ayuntamiento de Barcelona y el departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias de la Generalitat de Cataluña, que ha incorporado una adenda económica específica de 5,4 millones de euros al contrato programa para Barcelona. El contrato programa, de hecho, hace que la Generalitat financie el 66% del coste de los y las profesionales de los Equipos Básicos de Servicios Sociales, que son la puerta de entrada y el primer nivel del sistema público de servicios sociales y la garantía de más proximidad a los usuarios y a los ámbitos familiar y social. La financiación de estos equipos por parte de la Generalitat se ha incrementado un 7,5% en el caso de la ciudad de Barcelona, al pasar de 12,38 millones de euros en 2019 a los 13,31 millones de euros actuales.
Las nuevas incorporaciones profesionales incluirán diferentes perfiles, como por ejemplo personal administrativo, de trabajo social, psicología y educación social y se distribuirán según las necesidades y demandas de cada uno de los servicios. Actualmente la plantilla de los CSS es de 660 profesionales titulares de plazas estructurales, mientras que la plantilla de los EAIA es de 131. La incorporación del centenar de profesionales adicionales supone un importante refuerzo de estos equipos, un paso muy necesario teniendo en cuenta la sobrecarga y el aumento de la demanda que han soportado los servicios para atender la crisis social derivada de la Covid-19.
En este contexto, el pasado 27 de abril el Gobierno de la Generalitat aprobó destinar 23,2 millones de euros más al Contrato Programa de Servicios Sociales para impulsar medidas extraordinarias para paliar el impacto social de la Covid-19. El Contrato Programa es la vía de apoyo y financiación del departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias a los entes locales (ayuntamientos de más de 20.000 habitantes y consejos comarcales) en materia de servicios sociales. Esta nueva adenda de 23,2 millones supone un incremento de 5,4 millones para la financiación de medidas sociales sólo para la ciudad de Barcelona, por sus propias especificidades. El incremento de presupuesto es un paso más en el despliegue del Plan Estratégico de Servicios Sociales 2021-24 y debe servir para reforzar la atención primaria de servicios sociales, como los equipos básicos de atención social, la atención domiciliaria y la atención a las personas sin hogar. Y también para contratar dinamizadores y dinamizadoras cívicas para la emancipación juvenil, y reforzar los sistemas de respuesta urgente para mujeres que se encuentran en situación de violencia machista.
En este sentido, cabe recordar que los servicios sociales han seguido funcionando sin interrupciones como servicio esencial, incluso durante los meses de confinamiento más estricto, y que han tenido que hacerlo adaptándose a las nuevas situaciones que se han generado a raíz de la pandemia, como por ejemplo las restricciones a la movilidad y a la atención presencial, el incremento de los trastornos emocionales, la pérdida de puestos de trabajo o la falta de relaciones sociales, entre otros. Aunque la figura de la profesional de la psicología en la atención primaria de servicios sociales no está recogida en la Ley 12/2007 de servicios sociales, su presencia en los Centros de Servicios Sociales de Barcelona permite incorporar el abordaje psicosocial de las personas atendidas, así como hacer un acompañamiento cuidadoso de sus procesos personales. Esta situación de nuevas dificultades detectadas va más allá de los equipos básicos de atención social, dado que los EAIA, por ejemplo, han tenido que abordar nuevas situaciones como el confinamiento de los hogares o el cierre de escuelas y de recursos de atención a la infancia del mundo del ocio y socioeducativo, lo que ha complicado el seguimiento de las situaciones de riesgo de los niños.
Incremento de la demanda
La irrupción de la Covid-19 y la consiguiente crisis económica, social y de salud mental ha hecho que se incrementen los factores de estrés de los diferentes núcleos familiares, con una mayor incidencia entre las familias que ya partían de una situación vulnerable. La atención primaria de servicios sociales ha atendido parte de estas necesidades sociales y han podido constatar el impacto de la pérdida de ingresos, confinamientos en situaciones habitacionales no adecuadas, dificultades para cubrir necesidades básicas y problemas también para seguir una escolarización virtual, entre otros. Todo ello se ha traducido en un incremento importante de la actividad que ya hacían. Si se compara el período que va de abril de 2019 a marzo de 2020, sin Covid-19, y entre abril de 2020 y marzo de 2021, que es el primer año con presencia del nuevo coronavirus, hay tres indicadores principales que así lo reflejan en el caso de los Centros de Servicios Sociales de la ciudad de Barcelona:
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- Incremento del 22% del número de personas atendidas, al pasar de 77.900 personas atendidas a las 95.042 del último año.
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- Incremento del 56% en el número de atenciones que se han hecho, al pasar de 179.631 a 280.598. Todo ello en un contexto en el que ha sido necesario reorganizarse sobre la marcha por la limitación obligada de atenciones presenciales.
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- El 28,6% de estas personas atendidas no habían ido nunca antes a los Servicios Sociales o bien hacía más de un año que no lo habían requerido, lo que muestra igualmente los efectos socioeconómicos de la pandemia.
Todo ello se ha asumido incluso con una disminución del tiempo medio de espera para una primera atención en los Centros de Servicios Sociales, que ha pasado de 18,18 días durante el período anterior a la Covid a los 10,71 días actuales. De hecho, en la situación pandémica los equipos profesionales han priorizado que las personas pudieran ser atendidas lo antes posible, lo que ha comportado de rebote más presión y sobreesfuerzo porque, a menudo, las demandas que hacen las personas atendidas no son competencia de estos servicios sociales básicos, como por ejemplo la gestión de una situación administrativa irregular, o bien la tramitación de la Renta Mínima Garantizada o del Ingreso Mínimo Vital, entre otros.
Aun así, hay tres indicadores adicionales sobre las ayudas y servicios tramitados desde los equipos básicos de los servicios sociales municipales que también son un buen reflejo sobre cómo ha impactado la pandemia mundial en el caso de la ciudad de Barcelona. Tomando nuevamente como referencia los dos últimos años, con Covid-19 y sin, serían los siguientes:
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- El número de personas atendidas en los diferentes comedores sociales de la ciudad ha pasado de 14.002 a 17.482 y el número de comidas servidas en estos espacios ha pasado de 431.112 a 557.068 comidas.
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- El número de personas atendidas sumando los servicios de Comidas en compañía y Comidas a domicilio ha pasado de 3.567 a 5.032 y el número de comidas de 829.663 a 1.310.986.
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- Las ayudas de urgencia en concepto de alimentación gestionadas a través de los Centros de Servicios Sociales han pasado de 10.818 a 29.000 ayudas, y el importe de las mismas de 1,77 a 6,56 millones de euros.
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- Las ayudas de urgencia por cuestiones de vivienda ha pasado de 12.511 a 15.891 ayudas y el importe de las mismas de 12,33 a 15,92 millones de euros.
Además, para este 2021 está en proceso de implementación el Fondo Extraordinario de Ayudas de Emergencia Social de Niños 0-16, que prevé el otorgamiento de 13,5 millones de euros que llegarán a unos 25.000 niños y 17.000 familias, de entre las cuales unas 1.200 serán familias monoparentales. La edición de este año prevé ayudas de entre 100 y 475 euros mensuales, calculados en base al número de miembros de la unidad familiar y el nivel de renta.
En cuanto a la Generalitat de Cataluña, en total, además de la financiación ordinaria del Contrato Programa de Servicios Sociales de 68,1 millones de euros, el departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias ha destinado 9,2 millones de euros adicionales al Ayuntamiento de Barcelona para atender las emergencias relacionadas con la Covid-19 durante el año 2020 por sinhogarismo, ayudas de urgencia social, atención domiciliaria o voluntariado. Para 2021, el departamento tiene previsto destinar 5,4 millones de euros más para dar continuidad a medidas ya iniciadas.