El Ayuntamiento de Barcelona aprobará inicialmente en la comisión de gobierno un plan especial urbanístico para que los más de 620 aparcamientos de rotación públicos y privados de la ciudad puedan acoger actividades complementarias logísticas o de servicios. El nuevo plan permitirá que los aparcamientos puedan destinar hasta 10 plazas de aparcamiento a la distribución de mercancías, puntos de recarga de vehículos eléctricos, estaciones de intercambio de baterías, consignas inteligentes o refrigeradas, máquinas de vending, cajeros automáticos y armarios de servicios.
Los requisitos para poder instalar estos nuevos servicios son garantizar un mínimo de 40 plazas de rotación y situarlos en la primera planta en sótano accesible desde el exterior por motivos de seguridad.
Sanz: "Los futuros aparcamientos del siglo XXI"
"El objetivo es pasar de los almacenes de coches del siglo XX a los futuros aparcamientos del siglo XXI, que incorporan las nuevas formas de distribución", ha señalado la teniente de alcaldía de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad, Janet Sanz.
"Y de rebote ayudar a que el espacio público en superficie no se convierta en una jungla desordenada", ha añadido Sanz, que ha estado acompañada por la teniente de alcaldía de Agenda 2030 y regidora de Movilidad, Laia Bonet, y por el presidente del Gremio de Garajes, Xavier Ferrer, que ha bendecido la propuesta y la ha considerado "una buena noticia para el sector".
Bonet ha precisado que la medida recibirá el visto bueno este jueves en comisión de gobierno y que la idea es que antes de que acabe el mandato –a finales de mayo- esté lista.
Así, los 620 aparcamientos de rotación de la capital catalana, sean públicos o privados, podrán abrir nuevas vías de negocio, principalmente como centros de distribución urbana de mercancías: mini-muelles de carga y descarga, recogida de pequeña paquetería o compra de pequeños productos.
En el caso de la distribución de mercancías, la idea es que las furgonetas de reparto vayan directas al subsuelo –evitando así su circulación por el centro y reduciendo la contaminación- y que la distribución 'última milla' se haga a través de vehículos sostenibles como las 'cargo bikes'.
"Las pruebas piloto nos han dado un resultado magnífico. Con este nuevo plan prevemos regular y autorizar esta actividad en el conjunto de Barcelona para fomentar su extensión", ha recalcado la regidora de Movilidad.

Consignas refrigeradas, máquinas de vending y cajeros automáticos
Además de las mercancías, los aparcamientos de la ciudad podrán acoger otros servicios como consignas inteligentes (lockers), consignas refrigeradas, puntos de recarga de vehículos eléctricos y estaciones de intercambio de baterías, cajeros automáticos –ahora que empiezan a desaparecer en los bajos comerciales-, máquinas de vending de bebidas, alimentos o telefonía, y determinadas instalaciones de los servicios públicos de la ciudad (armarios de servicios para semáforos o alumbrado).
"Hasta ahora todo ello se instalaba en un rincón del aparcamiento y, a partir de ahora, se podrá situar ocupando algunas de las plazas de aparcamiento. Hasta un máximo de 10 y siempre garantizando un mínimo de 40 plazas de rotación", ha querido dejar claro Bonet.
Otro de los requisitos obligatorios será que estas nuevas actividades logísticas y de servicios se tendrán que desarrollar en plazas situadas en la planta -1 únicamente, por cuestiones de seguridad de evacuación en caso de incendio. El plan también prevé la posibilidad de establecer una regulación horaria de determinadas actividades, y decreta que se tendrá que habilitar el acceso al público en general independientemente de que aparque el coche o no.
Finalmente, según el texto, la realización de las funciones propias necesarias para las nuevas actividades (circulación, parada, apertura de puertas, carga y descarga, almacenamiento, recogida, recarga o sustitución de baterías) se tendrá que hacer sin interferir en el funcionamiento normal del aparcamiento.