La Guardia Urbana de L'Hospitalet vivió este pasado sábado una de las operaciones más sencillas de los últimos meses. Los hechos tuvieron lugar durante la noche del pasado 18 de octubre, cuando un hombre llamó al teléfono de emergencias muy alterado y pidiendo ayuda porque se había quedado atrapado en el Mercado Viejo de Bellvitge. Sin embargo, al llegar los agentes a los alrededores del edificio, no localizaron a nadie intentando salir, lo cual extrañó a los agentes. Igualmente, poco después se dieron cuenta de que el hombre estaba en una asociación de vecinos cercana, generando algunas sospechas entre la policía.
Tal como ha recogido El Caso, las autoridades aún no han informado sobre cómo se quedó atrapado el individuo ni qué hacía en el interior del edificio. Sin embargo, la sorpresa más grande llegó cuando uno de los representantes acudió al lugar de los hechos y abrió las puertas. Después de que los agentes entraran y liberaran al hombre, al identificarlo descubrieron que tenía una orden judicial de detención activa, lo que desencadenó su arresto.
El individuo sufría un ataque de ansiedad y estaba muy nervioso. A pesar de ello, rechazó recibir la atención del Sistema de Emergencias Médicas, pero pidió un ansiolítico. Igualmente, la peor parte le llegó cuando los agentes de la Guardia Urbana de L'Hospitalet lo detuvieron cumpliendo con la orden judicial activa. De esta forma, el caso se ha convertido en uno de los sucesos de la semana entre los vecinos, creando división de opiniones entre si en la situación que tenía el hombre, habrían llamado a emergencias jugándose su detención.