Las Fiestas de Gràcia calientan motores para ultimar los adornos antes del 15 de agosto. Con las calles cerradas, las comisiones de fiestas trabajan a contrarreloj y, en algunos casos, con pocas manos, para terminar unas decoraciones que llevan más de un año de trabajo. Entre los participantes hay "nervios" porque diez días antes se encuentran con que faltan voluntarios. En esta edición, habrá 23 calles adornadas, entre las cuales las centenarias Llibertat, Mozart y Verdi. Por otra parte, la habitual polémica sobre el ruido de una fiesta masificada se ha adelantado a los días previos, con vecinos que se han quejado de los trabajos de preparación. "No hacemos jaleo, sino que mantenemos viva una tradición de 200 años", defiende la asociación de vecinos de la calle Verdi del Mig.
