Fátima, con un 90% de discapacidad visual; Souad con dos hijas adolescentes, y Bakali, con su marido y cuatro hijos -dos de ellos menores- se han quedado definitivamente en la calle, después de que el Ayuntamiento de Badalona no haya querido prorrogar una ayuda "excepcional" para atender a las mujeres y los menores de edad después del desalojo del edificio en ruinas de Calrderón de la Barca, en el barrio de la Salud. Este martes han abandonado la pensión donde se alojaban y han pedido, sin éxito, apoyo a Servicios Sociales. "Esta noche hará mucho frío y no sabemos dónde podremos ir a dormir", se lamenta Souad Ghailan. Las entidades sociales, por su parte, intentarán activar ahora recursos de emergencia para garantizarles un techo, al menos para esta noche.
La última noche en que tenían garantizado un techo ha sido especialmente dura a nivel psicológico. "No hemos podido dormir ni comer", explica Ghailan. Los nervios la han consumido, a ella y a sus hijas, pensando qué harán a partir de ahora: "¿Dónde dormiré, dónde nos ducharemos, dónde podrán hacer los deberes mis hijas?", se pregunta.
Esta madre, de hecho, sufre especialmente por la situación en que quedan las menores, de 13 y 17 años. Este martes, explica, han marchado "muy tristes" al instituto, con la incertidumbre de qué pasará cuando terminen las clases. Ellas, comenta la madre, "tienen ganas de estudiar y no de estar pendientes de todo esto".
Sin alternativa
El drama de estas tres familias se agrava porque ninguna de ellas tiene, por ahora, una alternativa habitacional que les permita pasar, al menos, esta primera noche. Ghailan está sola, con las dos hijas y todo su círculo de amistades más estrechas vive en pisos "muy pequeños" y con núcleos familiares bastante grandes. "Todos tienen cuatro o cinco hijos. ¿Cómo podríamos dormir?", se pregunta.
El caso de Bakali es similar, con el añadido de que en su caso es una familia de seis miembros. Las últimas semanas el marido y los hijos mayores de edad se han podido alojar en casas de amigos, pero de manera muy provisional. "Hoy en casa de uno y mañana en casa de otro", explica. Ahora ven imposible poder encontrar espacio para todos.
El caso que aparentemente sería más fácil es el de Fátima, ya que es una mujer que vive sola. Su caso, sin embargo, se agrava por el hecho de que sufre una discapacidad visual del 90% y necesita siempre estar acompañada. Ante esto, desde la plataforma Sant Roc Som Badalona están intentando buscar recursos in extremis para encontrarles una alternativa a través de entidades sociales.
"Albiol miente"
Por otro lado, las familias afectadas se muestran muy molestas con la actitud del Ayuntamiento y de su alcalde, Xavier Garcia Albiol. Tanto en declaraciones del alcalde como en un comunicado oficial del Ayuntamiento se les acusa de ser ocupas y de tener los suministros pinchados. "Son todo mentiras", apunta Ghailan.
Durante las últimas semanas, los vecinos han desmentido las acusaciones con contratos y facturas, tanto del alquiler, como de los suministros. Este martes, Ghailan aún cargaba la última factura de Aigües de Barcelona del piso donde vivía en Calderón de la Barca. Después del desalojo, explica, dio de baja el contrato con la compañía.