Los trabajos previos para poder iniciar la rehabilitación de la muralla medieval de Granollers, y que se llevan a cabo desde el mes de agosto, se han topado con un hallazgo inesperado. En una finca privada ha aparecido la base de una nueva torre del siglo XVI. Serían los restos de la sexta torre que se localiza de las más de veinte que se calcula que había en la antigua muralla de la capital vallesana. Ahora será el área de Patrimonio de la Generalitat quien determine qué se debe hacer. Desde el Ayuntamiento de Granollers ya adelantan que la torre “se conservará” y no se dañará”, pero no se puede garantizar su visualización porque los restos están bajo tierra, según ha detallado el arqueólogo del Museo de Granollers, Marc Guàrdia.
El hallazgo de la torre se ha realizado en una de las fincas privadas afectadas por el proyecto de rehabilitación del conjunto medieval de Granollers. De hecho, el consistorio ha contactado con más de 250 vecinos durante los últimos meses para valorar posibles actuaciones. Finalmente, sin embargo, se actuará en una treintena de fincas, pero no en todas se podrá recuperar muralla.

La concejala de Urbanismo, Gemma Giménez, ha detallado que no será hasta las últimas fases del proyecto que se podrá determinar cuántos nuevos tramos de muralla quedan al descubierto. Se trata, sobre todo, de tramos de muralla que han quedado ocultos tras las fachadas de los edificios y que hasta que no se excave no se sabrá en qué estado se encuentran.
En este sentido, los primeros trabajos que se están llevando a cabo son catas en el ámbito de la muralla para preparar la intervención definitiva de recuperación y rehabilitación. Por otra parte, también se rehabilitarán los tramos de muralla que ya están al descubierto, de la misma forma que se hizo hace unos años en el edificio de Can Puntes.

La alcaldesa de Granollers, Alba Barnusell, ha asegurado que se trata de una intervención integral “muy importante” que permitirá a la ciudad recuperar patrimonio histórico y “poner en valor su legado medieval”. El presupuesto global es de cerca de 3 millones de euros, financiados íntegramente con fondos europeos.
