Los Mossos d'Esquadra investigan la muerte de dos niños y su padre en una vivienda de Barcelona como un caso de violencia vicaria. El crimen se produjo pocos días después de que una mujer de 38 años muriera asesinada, presuntamente, por su pareja en la capital catalana.
Fuentes de la investigación han indicado que la principal hipótesis con la que trabaja la policía catalana es que el padre, Francisco, cerró las ventanas de casa y abrió el gas, dejando que sus dos hijos, un niño y una niña de 7 y 10 años, murieran. La autopsia, que está previsto que se haga entre este martes y mañana miércoles, debe confirmar esta información. Después, el hombre se habría suicidado.
Los hechos sucedieron durante la tarde del lunes, 8 de enero, en una vivienda de Horta Guinardó de Barcelona. La madre de los dos niños puso una denuncia ante los Mossos d'Esquadra porque su ex no le había devuelto a los hijos, que habían pasado las vacaciones navideñas con el padre.
De hecho, los niños no habían ido a la escuela en el primer día de la reanudación del curso, y esto puso en alerta a la mujer. Agentes de los Mossos se dirigieron al piso y detectaron un fuerte olor a gas, activando a los Bomberos de Barcelona, que también se trasladaron al piso. Una vez pudieron entrar, los agentes encontraron los tres cadáveres dentro de la vivienda: Un hombre de 53 años y dos niños de 7 y 10 años.
No había antecedentes por violencia machista
Los Mossos d'Esquadra continúan investigando el caso, que ha quedado bajo secreto de actuaciones por orden judicial. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha informado de que no había antecedentes de violencia machista entre el hombre y la madre de sus hijos.
Ahora, la policía quiere determinar cuánto tiempo hacía que los niños estaban muertos cuando se les encontró. Saben que el padre estaba vivo el día 6, día de reyes, porque algunos vecinos se lo encontraron mientras iba a tirar la basura.