La expresión más trágica de la ola de frío ha sido la muerte de tres personas sin hogar. La ciudad ya no puede mirar hacia otro lado cuando se trata de un problema que parece endémico y que con la crisis sanitaria podría agravarse. Es por este motivo que desde los partidos de la oposición al gobierno de la ciudad capitaneado por Ada Colau se ha pedido a la alcaldesa un cambio de modelo en la atención de las personas que viven a la intemperie.
De esta manera Junts per Catalunya ha pedido un encuentro urgente para abordar el problema. Este encuentro reuniría a la red de personas y servicios de personas sin hogar e intentaría reformular el modelo actual.
Según ha explicado en un comunicado Neus Munté, "las restricciones derivadas de la pandemia han comportado consecuencias muy negativas para las personas sin hogar". Ciertamente el confinamiento ha dejado en barbecho algunos equipamientos y hace que más personas tengan que pasar tiempo en la calle.