El Ayuntamiento de L'Hospitalet de Llobregat ultima el Plan de bibliotecas 2023-2028, basado en un nuevo modelo de bibliotecas según el cual son puntales de cohesión social de barrio, espacios donde tejer relaciones comunitarias basadas en la diversidad y potenciar el aprendizaje continuo, y donde se garanticen los derechos culturales con propuestas inclusivas y participativas.
Para realizar esta propuesta, en 2022 se llevó a cabo un análisis estratégico, un estudio que debería haberse iniciado en 2021, pero que la pandemia aplazó hasta 2022, cuando las bibliotecas recuperaron todos los servicios habituales.
El estudio determina que L'Hospitalet necesita una biblioteca más para compensar el cierre de la de Santa Eulàlia. En marzo de 2021, el Ayuntamiento se vio obligado a cerrar la Biblioteca Santa Eulàlia, ya que el edificio no reunía las condiciones de un equipamiento cultural de acceso público y presentaba carencias de accesibilidad y seguridad.
En abril del mismo año, el Pleno municipal aprobó por unanimidad una moción por la cual el Ayuntamiento se comprometía a revisar el Plan de bibliotecas de la ciudad y realizar un estudio para valorar si era necesario retomar este servicio en el núcleo histórico del barrio. Como solución temporal, en abril de 2022 abrió el bibliomercado de Santa Eulàlia, que si bien ha demostrado ser un servicio útil y frecuentado, no suple la totalidad de las funciones de la antigua biblioteca.
El cierre de la Biblioteca Santa Eulàlia es una oportunidad para construir una nueva biblioteca en el barrio, un equipamiento nuevo adaptado a las necesidades actuales y que amplíe los servicios a los vecinos. Además, el Ayuntamiento se ha comprometido a crear una segunda biblioteca en el barrio de la Florida y a estudiar la posibilidad de hacer un bibliomercado en otros puntos de la ciudad. Actualmente, se están identificando posibles espacios donde se podrían ubicar estos equipamientos.
Estos dos nuevos espacios reforzarán la red de bibliotecas de la ciudad y harán que L'Hospitalet esté dentro de los estándares de superficie útil marcados por la Generalitat de Catalunya y la Diputación de Barcelona en relación con el número de habitantes.
La finalidad del Plan, que ahora se está compartiendo con los grupos políticos municipales y que posteriormente deberá ser aprobado en el Pleno municipal, es adecuar los servicios, espacios, fondos y recursos de las bibliotecas de L'Hospitalet a los retos, las inquietudes y las necesidades que demanda la ciudadanía, enmarcados en la línea del nuevo Manifiesto de la Biblioteca Pública IFLA-UNESCO 2022.
En la actualidad, el sistema bibliotecario de L'Hospitalet se compone de una biblioteca central, la Biblioteca Central Tecla Sala; de seis bibliotecas de proximidad situadas en diferentes barrios y distritos de la ciudad, y de un bibliomercado, con un fondo total de 404.824 documentos, muy por encima de los 330.000 que establecen la Generalitat y la Diputación.
El Plan de bibliotecas se enmarca en el Plan de Actuación Municipal 2020-2023, que tiene como objetivo impulsar una cultura viva y en transformación, eliminando las barreras de acceso a la cultura por motivos económicos, sociales o físicos, y potenciar la red de equipamientos culturales de proximidad. Poner la cultura al alcance de todos también es un punto recogido en el Pacto de Ciudad 2020-2023.
Espacios de encuentro y de creación, el nuevo modelo de bibliotecas
Con la aplicación del Plan de bibliotecas 2023-2028, L'Hospitalet reforzará la tarea y los servicios que hoy ya llevan a cabo las bibliotecas de la ciudad, y dispondrá de unos servicios adaptados a las necesidades de los usuarios actuales.
Las bibliotecas deben ser unos espacios de encuentro y debate, dotadas de recursos que permitan compartir y difundir el conocimiento en abierto, que contribuyan al aprendizaje a lo largo de la vida y funcionen como un laboratorio de creación, de ciencia ciudadana y de innovación social para resolver retos de la sociedad.
Un punto clave es la implementación de la tecnología de identificación de radiofrecuencia (RFID) con el objetivo de impulsar un modelo de biblioteca más innovador. Esta tecnología permite transmitir datos sin cables a través de ondas de radio y facilita el intercambio de documentos y la optimización de los recursos entre bibliotecas, incluso de diferentes municipios.
El usuario tiene más autonomía y privacidad gracias al autoservicio y también hay un control de seguridad más fiable, y sobre todo permite aligerar las cargas de trabajo del personal que se puede dedicar a tareas que generan valor añadido a los usuarios, como la dinamización de nuevos formatos de actividades, la mediación en la comunidad con propuestas de participación, el impulso de proyectos de cocreación colectiva y actividades más tradicionales como el fomento de la lectura o el acceso al conocimiento y a la cultura.
El nuevo plan prevé también la creación de un plan de mantenimiento de los equipamientos para garantizar una buena gestión y mejorar la accesibilidad.
Por otro lado, el plan permitirá que las bibliotecas tengan nuevos servicios como salas de trabajo en grupo, espacios no necesariamente silenciosos que propicien las relaciones informales y permitan a los usuarios reunirse en pequeños grupos. Serán salas con mobiliario modular, pizarras, equipo audiovisual y conexiones informáticas. Y también un servicio de prescripción lectora para orientar a los usuarios en itinerarios de lecturas relevantes, que fomenten el espíritu crítico.
El documento también tiene en cuenta agilizar el préstamo interbibliotecario, un servicio que permite a cualquier usuario obtener documentos del resto de bibliotecas públicas de Catalunya.
En cuanto al personal, el plan prevé la necesidad de nuevos perfiles profesionales en las bibliotecas, como un técnico de mantenimiento de red, un responsable de comunicación y educadores sociales especialmente en zonas de alta complejidad.
Además, el documento propone realizar un plan de salas de estudio para poder ofrecer espacios silenciosos y adecuados a las necesidades de los jóvenes estudiantes. Y, finalmente, establece la necesidad de aumentar las horas de apertura en las bibliotecas de distrito para cumplir la apertura horaria marcada en los estándares del Mapa de Lectura Pública.
L'Hospitalet, ciudad pionera en la apuesta por las bibliotecas
Para el Ayuntamiento de L'Hospitalet, la red municipal de bibliotecas ha sido históricamente una prioridad. En 1997 se elaboró el primer Plan de bibliotecas del municipio, el primer plan de bibliotecas a escala local en Catalunya.
El documento definió un modelo y dio respuesta a las necesidades de aquel momento, adoptando el modelo promovido por la UNESCO y dibujando el mapa bibliotecario de la ciudad de los próximos años.
Fue entonces cuando se propuso unificar las dos redes técnicas (Diputación de Barcelona y Generalitat de Catalunya) que convivían en aquel momento. Esto se consiguió a partir de 2003, cuando la Biblioteca Can Sumarro se traspasó al Ayuntamiento, y pasó a formar parte de la Red de Bibliotecas Públicas Municipales de la Diputación de Barcelona.
En 1999 se inauguró la Biblioteca la Bòbila en el barrio de Pubilla Cases, para sustituir la antigua Biblioteca Joaquim Costa. En 2000 abrió la Biblioteca Central Tecla Sala, y en 2001, se ponían en marcha las nuevas instalaciones de la Biblioteca la Florida, en el mismo edificio donde estaba ubicada, en la calle de la Renclusa, pero ocupando también la superficie de la antigua Aula de Cultura la Florida.
En 2002 se inauguró el nuevo edificio de la Biblioteca Josep Janés, en el barrio de la Torrassa, que sustituyó las antiguas instalaciones de la plaza Espanyola. En 2005 se hicieron obras para mejorar los espacios de la Biblioteca Can Sumarro, y en 2007, se inauguraron las nuevas instalaciones de la Biblioteca Bellvitge, que comportaron el cierre de la Sala de Lectura Infantil Ramón Fernández Jurado y la biblioteca de la calle de Francia. Finalmente, en 2010 se inauguró la Biblioteca plaza d’Europa.