Juan, de víctima de un robo en Barcelona a un infierno personal y judicial

08 de enero de 2024 a las 10:50h

Hace casi dos años de un robo en la ciudad de Barcelona que podría haberse quedado en una anécdota o un mal día, pero que ha convertido la vida de Juan en un infierno.

El 12 de febrero de 2022, Juan, argentino de nacimiento, pero residente en Barcelona desde hace cinco años, salió de fiesta como una de tantas veces en la capital catalana sin saber todo lo que le esperaba.

Durante la noche, tal y como recoge 'Telecinco', le robaron la cartera y su móvil, y los delincuentes usaron sus datos para hacer compras a través de internet y estafar a otros usuarios, como por ejemplo para la compra de armas de aire comprimido a través de Telegram. Como tenían su DNI, enviaron fotocopias para ganarse la confianza de sus víctimas.

Juan canceló su tarjeta al día siguiente del robo, pero ya era tarde. Los 'hackers' habían usado sus datos, habían hecho dos extracciones de 600 euros en diferentes cajeros y habían hecho dos compras, una presencial y otra online, por valor de 1.300 € cada una.

Aunque consiguió recuperar su dinero, el caos continuó en su vida cuando, seis meses después, una persona le escribió por WhatsApp para decirle que era un estafador. Le habían suplantado la identidad para vender armas. A partir de entonces, todo fue a peor e incluso le llegó una citación judicial desde Badajoz, aunque consiguió archivar la causa.

Poco después, otra llamada amenazó con denunciarlo ante la Guardia Civil por una nueva estafa, en este caso de 800 euros. Los ladrones habían seguido usando sus datos, aunque ya no pudieran hacer compras con las tarjetas. Crearon cuentas de correo a su nombre y asociaron varios números de teléfono. "Compraron en Figueres dos líneas telefónicas con mi DNI de forma presencial", asegura.

También consiguieron vaciar la cuenta bancaria de una persona que había muerto gracias a sus datos. “Me siento inseguro, con mi pareja queremos marcharnos de Barcelona”, asegura el joven de 32 años. “No puedo dormir, cada vez que tengo un juicio tengo ansiedad, me pongo nervioso y tengo mucho estrés. Lo estoy pasando fatal”, explica en ‘Telecinco’.

Mientras tanto, trabaja para demostrar su inocencia y que es una víctima de una suplantación de identidad a raíz de un robo en la ciudad de Barcelona, donde vino hace cinco años para trabajar por un futuro mejor.