La Fiesta Mayor de Terrassa de este domingo estuvo marcada por una nueva topada política entre el alcalde, Jordi Ballart, y el grupo municipal de Vox. El momento clave tuvo lugar durante el tradicional Baile de Plaza, una de las celebraciones más emblemáticas de la ciudad, donde el grupo de extrema derecha intentó insertarse en el debate político con una pancarta polémica.
Todo comenzó cuando Vox desplegó una lona con el lema "Vox no baila con totalitarios" en medio de un acto institucional que celebraba la cultura y la convivencia en la plaza. La reacción por parte de los concejales de Todos por Terrassa y Junts, miembros del equipo de gobierno, no se hizo esperar. Según fuentes municipales, se pidió a Vox que retirara la pancarta, una situación que acabó generando un enfrentamiento verbal y físico. Desde Vox se habla de "agresiones físicas" y de "censura política", acusando al alcalde de no respetar la pluralidad ideológica. Sin embargo, Ballart, a través de sus redes sociales, ha desmentido las acusaciones.
Ballart responde: "Vox miente"
El alcalde Jordi Ballart ha salido rápidamente a defender su postura a través de sus redes sociales, donde ha asegurado que Vox iba expresamente a "provocar" durante un acto festivo que iba a ser una celebración de convivencia. Ballart tachó las acusaciones de "violencia" y "agresión" por parte de Vox como "mentiras", subrayando que las imágenes y testimonios demostraban que no existió ningún tipo de agresión por su parte, sino que fue al revés.
"En Terrassa hemos dicho basta. Y no daremos ningún paso atrás", ha escrito Ballart, refiriéndose a la intensificación de las tensiones con Vox. Ha añadido que el grupo de extrema derecha llegó a la Plaza con la intención de "recibir un acto de Fiesta Mayor" ante niños, familias y entidades, y denunció la "provocación premeditada" que Vox había generado.
El edil ha cargado también contra Alicia Tomás y Dani Pinto, acusándolos de ser un "peligro por la convivencia" y de jugar al enfrentamiento político utilizando "la mentira, la violencia y la difamación como armas políticas". En su mensaje, ha subrayado que él había sido el único en recibir una agresión física durante el incidente y aseguró que el caso ya estaba "en manos de abogados".
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Las imágenes de Tomás: La acusación de agresión y su desmentida
Alicia Tomàs portavoz de Vox Terrassa, no ha tardado en responder a las acusaciones del alcalde. A través de sus redes sociales, ha publicado un conjunto de imágenes que, según ella, demuestran que Ballart la cogió por el brazo para retirarle la pancarta de manera violenta. En su mensaje, Tomás ha defendido que el grupo de Vox actuó "de manera pacífica" y que fue el equipo de gobierno quien respondió con "critis, empujones y violencia". Además, ha acusado a Ballart de haber "sobrepasado todos los límites" y ha afirmado que el edil está perdiendo el control de la situación, ya que "las calles ya no le pertenecen".
Sin embargo, en las imágenes que publicó, no se puede ver de manera clara que el alcalde lo coja por la fuerza. Las imágenes muestran una situación de tensión, pero no hay pruebas evidentes que corroboren la acusación de agresión directa por parte de Ballart. De hecho, sí se ve como el edil coge la pancarta, pero en ningún momento se aprecia al 100% que esté cogiendo el brazo de la portavoz de Vox. Esto ha generado dudas sobre la veracidad de las denuncias del partido, ya que no se puede confirmar una agresión física evidente en las fotografías.
📸 SECUENCIA DE LA VERGÜENZAAquí tenéis las imágenes: Ballart agarrándome por el brazo para quitarme por la fuerza la pancarta que decía:"VOX no balla amb totalitaris".👉 Mientras nosotros defendemos nuestras ideas de forma pacífica, ellos actúan con gritos, empujones y... pic.twitter.com/8CKY8aHwP5
- Alicia Tomás (@aliciaterrassa)July 6, 2025
Condena generalizada y tensiones crecientes
El conflicto no se ha limitado a las redes sociales. Los grupos municipales de Todos por Terrassa, Junts, PSC, ERC y PP emitieron un comunicado conjunto condenando los hechos, calificó de "violentos" e "inaceptables". En el texto, expresaron que las acciones de Vox no eran representativas del espíritu festivo, cívico y respetuoso de la ciudad, y lamentaron que la seguridad de las personas en la plaza —incluyendo menores y personas mayores— hubiera sido puesta en peligro.
La reacción de Vox, por su parte, fue un comunicado donde denuncian un "nuevo episodio de intolerancia" y anuncian que no participarán en ningún otro acto de la Fiesta Mayor.