Un giro de última hora ha permitido a Jaume Collboni ser elegido nuevo alcalde de Barcelona gracias a los votos de los socialistas, los comunes y dos votos del Partido Popular. Así, el candidato del PSC, segunda fuerza más votada en las elecciones del 28 de mayo, consigue arrebatarle la alcaldía a Xavier Trias, que fue la primera fuerza, pero que no ha conseguido asegurarse una mayoría en el plenario.
Trias consiguió 11 concejales y en las últimas horas se había asegurado el apoyo de los republicanos de Ernest Maragall, que obtuvieron 5 concejales. En total, 16 concejales que no llegaban a una mayoría absoluta, cosa que ha permitido al PSC elaborar una mayoría alternativa.
En los últimos días había habido muchos movimientos por parte del PSC y de los Comunes de Ada Colau, tercera fuerza con 9 concejales, pero no habían fructificado. El PP (4 concejales) había ofrecido su apoyo a Collboni para evitar un gobierno independentista, pero bajo la condición de que Ada Colau no entrara en el gobierno.
Finalmente, los comunes han aceptado quedarse fuera del gobierno municipal y votar a favor de Jaume Collboni, sin entrar en el gobierno, para impedir que Trias llegue a la alcaldía. Los comunes han asegurado que no hay pacto previo con el PSC y que se quedarán en la oposición, pero tienden la mano para elaborar políticas progresistas en los próximos 4 años.