El juzgado de instrucción número 1 de Barcelona ha decidido investigar a Javier Enríquez Romero, hijo del exdirigente arbitral José María Enríquez Negreira, en el caso de supuestos favores arbitrales al FC Barcelona, según ha adelantado la Cadena Ser y ha confirmado la ACN.
Además, el juzgado ha declarado el secreto de sumario durante un mes más para investigar al mismo Negreira, al Barça, a los expresidentes Rosell y Bartomeu y a otros exdirectivos por corrupción entre particulares en el ámbito deportivo, administración desleal y falsedad en documento mercantil, y lo ha ampliado a blanqueo de capitales.
La magistrada instructora quiere averiguar los motivos de los pagos de 7,3 millones del Barça a las empresas y personas implicadas en el procedimiento durante cerca de 20 años.
En su denuncia, la fiscalía relata que Negreira creó la sociedad Dasnil 95 SL en 1995, dedicada a la publicidad y vídeos deportivos, que él dirigía y poseía en exclusiva, aunque su hijo figuraba como administrador único. En 2005 creó otra sociedad, Nilsad, de la que tenía el 95% del capital, y su hijo el 5% restante. Esta se dedicaba a lo mismo y se disolvió en 2016. El hijo de Negreira, que había sido jugador profesional y técnico deportivo, constituyó una tercera empresa en 2002 dedicada al 'coaching' y el asesoramiento deportivo, además de elaborar informes arbitrales para equipos de fútbol.
La fiscalía asegura que, "a través de los presidentes Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu, el FC Barcelona consiguió y mantuvo un acuerdo verbal estrictamente confidencial con Enríquez Negreira para que, en su calidad de vicepresidente del CTA y a cambio de dinero, realizara actuaciones tendentes a favorecer al FC Barcelona en la toma de decisiones de los árbitros en los partidos que disputara el club, y así en los resultados de las competiciones; árbitros cuya designación para cada partido de las competiciones españolas oficiales de ámbito estatal y profesional se llevan a cabo en el seno del CTA, organismo encargado, además, de las evaluaciones, en las que participaba el denunciado, para los ascensos y descensos de categoría de los árbitros, así como de la proposición de candidatos a árbitros internacionales".
Para hacerlo, las dos empresas de Negreira presentaron facturas al Barça sin que "respondieran a ninguna prestación o servicios de asesoramiento técnico real". El ministerio público dice que de momento no ha quedado acreditado que el hijo de Negreira, inicialmente investigado por la fiscalía, compartiera el propósito de su padre.
Hijo contratado
Por otro lado, en 2016 el entonces directivo del Barça Josep Contreras, fallecido la Navidad pasada, contrató al hijo de Negreira, con el "beneplácito" de Bartomeu, dice la fiscalía, "con el único objetivo" de confeccionar semanalmente informes técnicos arbitrales para los dos primeros equipos del Barça, y realizar análisis posteriores. Esta actividad era facturada de forma sistemática y periódica a otra empresa participada íntegramente por Contreras. Según el ministerio público, Bartomeu, Grau y Soler, "únicas personas que conocían el entramado, evitaron por todos los medios" que el hijo de Negreira fuera contratado directamente por el Barça para "no relacionar el apellido con el club".
Por este trabajo la empresa de Contreras pagó 297.085 euros a la empresa del hijo de Negreira de junio de 2016 a octubre de 2018. A la vez, Contreras emitió facturas al Barça por valor de 450.120 euros, de los cuales 153.034 correspondían a su comisión como intermediario, más de la mitad del importe pagado por los informes arbitrales.
Inspección de Hacienda
El caso se abrió a raíz de una inspección general de Hacienda de 2019 al Barça por el impuesto de sociedades de 2015 a 2018 y por el IVA de 2015 a 2017 en las facturas pagadas a las dos empresas de Negreira. La inspección tributaria pidió al club copia de las facturas y medios de pago utilizado, la descripción de los servicios prestados según cada factura, el contrato de prestación de servicios entre el Barça y las empresas, y el acuerdo de la dirección o la persona facultada para realizar las contrataciones.
Una vez aportadas las facturas de las dos empresas, Hacienda pidió la identificación de las personas que habrían hecho los informes técnicos, así como los vídeos o los documentos entregados por las empresas al club. No obstante, el Barça no encontró la documentación requerida. Por ello, la Agencia Tributaria consideró no deducible el gasto en el impuesto de sociedades ni el IVA pagado por el Barça a las empresas de Negreira. En julio de 2021 la Agencia Tributaria propuso al club regularizar el impuesto de sociedades y aumentar la base imponible en 404.000 euros, más 52.300 euros de intereses. El Barça lo aceptó. El club también aceptó la propuesta de liquidación del IVA, elevando la cuota a 473.000 euros, más 85.000 euros de intereses. Por ello, la fiscalía concluye que las facturas perdieron la presunción de validez, al aceptarse que se habían pagado sin corresponderse a ningún servicio prestado.
3 MEUR de 2014 a 2018, 7,3 MEUR desde 2001
A raíz de esto, Hacienda también inspeccionó a Negreira y sus dos empresas de 2016 a 2019. De enero de 2014 a diciembre de 2015 la segunda empresa de Negreira presentó al Barça un total de 26 facturas por un valor total de 1,28 millones de euros, IVA incluido. De enero de 2016 a junio de 2018, la primera empresa de Negreira presentó al club un total de 33 facturas por valor total de 1,68 millones. En total cobró cerca de 3 millones de euros de 2014 a 2018. En junio de 2018, el Barça pagó la última factura, un mes después de la constitución de un nuevo CTA y la salida de Enríquez Negreira del Comité.
La fiscalía concluye que las cuentas bancarias donde Negreira cobró las facturas prácticamente sólo ingresaban dinero del Barça, la mayoría de los cuales eran retirados mediante cheques al portador por parte de empleados de Negreira y a quien le entregaban el dinero en efectivo, que no se sabe dónde han acabado. Según la fiscalía, los dos empleados no sabían de dónde procedían los dineros. La empresa con la que Negreira facturó los servicios al Barça de 2016 a 2018 prácticamente sólo ingresaba dinero del club. Cuando el FC Barcelona decidió poner fin a los pagos, Dasnil 95 redujo la facturación hasta los 7.384 euros el ejercicio 2019. Desde aquel momento, la empresa se mantiene inactiva y sin facturar.
En sus explicaciones ante la Agencia Tributaria, Negreira “no aportó ningún documento que acreditara que prestaba un servicio al FCB”, según recoge la misma AEAT. Mientras el padre manifestó a los inspectores de Hacienda que el Barça le pagaba por asesoramiento verbal, el hijo mantiene que sí que entregaba informes concretos a los responsables del club.
En sus declaraciones a fiscalía ex altos ejecutivos del FC Barcelona sostuvieron que las facturas se soportaban con informes técnicos que recibían de Javier Enríquez Romero, hijo del exárbitro, y administrador único de Dasnil 95 SL desde 2004 hasta 2019. Estos informes se entregaban a los responsables deportivos del primer equipo y del filial, según la versión ofrecida por los gobiernos del club.
En febrero de 2019 Negreira envió un burofax al gabinete de presidencia del Barça dirigido a Bartomeu "recriminándole el cese de la relación mantenida en el tiempo, exigiéndole llegar a una solución justa por ambas partes y advirtiéndole de las consecuencias de no hacerlo". En el burofax, recogido por la denuncia, Negreira decía: "Personalmente no profeso animadversión hacia nadie del club, ni contra usted ni especialmente contra el señor R. o el señor C., y no tengo voluntad de dar publicidad a todas las irregularidades que he conocido y vivido de primera mano en relación con nadie del club, pero usted me obligará si no reconsidera su decisión y cumple con el acuerdo que teníamos de seguir contando con mis servicios hasta el fin del mandato presidencial. Tengo la razón y el derecho que amparan esta reclamación. Tanto usted como el señor R., como vicepresidente y presidente y viceversa, por no citar a más, convinieron conmigo los acuerdos que hoy ustedes pretenden incumplir impunemente".
En conclusión, el Barça pagó más de 7,3 millones de euros a las dos empresas de Negreira de 2001 a 2018 mientras este era vicepresidente del CTA. "Esto supuso una auténtica remuneración no prevista en los estatutos del club ni aprobada por la asamblea general", dice la fiscalía. De 2011 a 2014, mientras Rosell era presidente, el pago superó los 2 millones de euros.
El Barça admitió hace semanas que "un consultor técnico externo suministraba, en formato vídeo, informes técnicos referidos a jugadores de categorías inferiores del estado español para la secretaría técnica del club". "Adicionalmente, la relación con el mismo proveedor externo se amplió con informes técnicos relacionados con el arbitraje profesional, con el fin de complementar información requerida por el cuerpo técnico del primer equipo y del filial, una práctica habitual en los clubes de fútbol profesionales", añade. Actualmente, sin embargo, este servicio lo hace un profesional del club adscrito al área de fútbol.