El Hospital del Mar ha llevado a cabo por primera vez una callosotomía utilizando tecnología láser en un paciente con epilepsia. Este tipo de intervención, pionera en el Estado, sirve para limitar la comunicación entre los dos hemisferios cerebrales y así reducir la gravedad y frecuencia de las crisis epilépticas.
Se trata de un abordaje mínimamente invasivo, que limita la necesidad de emplear técnicas abiertas tradicionales más invasivas. Este tipo de cirugía busca mejorar la calidad de vida en pacientes que sufren caídas frecuentes a consecuencia de las crisis epilépticas.
Está reservada para los pacientes que no se pueden beneficiar de un tratamiento o abordaje quirúrgico destinado a alcanzar el control total de la epilepsia.
El primer caso tratado en el Hospital del Mar tuvo lugar el 7 de octubre. El equipo liderado por el jefe del Servicio de Neurocirugía, el doctor Carlo Marras, y la médica adjunta a este servicio Nazaret Infante, trataron a un paciente con un tipo de epilepsia resistente al tratamiento farmacológico y que no era candidato para una cirugía.
Tras un proceso de planificación con imágenes 3D, junto con el equipo de la Unidad de Epilepsia, se seleccionó el área del cuerpo calloso del cerebro a tratar para interrumpir la comunicación entre los dos hemisferios cerebrales.
Para hacerlo, con la ayuda de un sistema robótico, se sitúan de dos a tres sondas láser a través de accesos milimétricos al cráneo que servirán, con monitorización constante de imágenes de resonancia magnética, para realizar la intervención y obtener el resultado esperado.
Gracias a las altas temperaturas que alcanza el láser, se actúa sobre la zona concreta del cuerpo calloso seleccionada sin afectar las zonas del cerebro cercanas.
Marras destaca que de esta manera se logra una lesión muy localizada. Además, apunta que es un tipo de cirugía más segura para el paciente, que recibe el alta en dos días, mientras que el abordaje habitual alarga la estancia en el hospital durante más de una semana.
La nueva técnica quirúrgica permite limitar el número e intensidad de las crisis epilépticas, al limitar la comunicación entre los hemisferios cerebrales. El jefe del Programa de Epilepsia del Hospital del Mar, el doctor Rodrigo Rocamora, añade que es una técnica que se indica a los pacientes que tienen caídas muy frecuentes que ponen en riesgo su seguridad, ya que de esta manera se mejora la calidad de vida tanto del paciente como de sus cuidadores.