Gobierno central, sindicatos y empresarios se preparan para poner en marcha, en las próximas semanas, una nueva negociación para prorrogar los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), a los que se acogen, con datos de finales de noviembre, casi 750.000 personas.
La cifra está lejos de los 3,4 millones de trabajadores que llegaron a estar en ERTE en el mes de abril, pero las tres partes coinciden en que se sigue necesitando esta herramienta, sobre todo para los sectores que no han podido recuperar su actividad plenamente, como el turístico, o que se ven sometidos a restricciones para frenar los contagios de la Covid, como la hostelería o el comercio.
La regulación actual de los ERTE estará vigente hasta el próximo 31 de enero y los empresarios hace tiempo que piden extender la siguiente prórroga al menos hasta que termine el estado de alarma en España (9 de mayo). Desde los Ministerios de Trabajo y Seguridad Social no se habla de plazos y se limitan a asegurar que los ERTE se mantendrán hasta que sea necesario.
Costó mucho firmar la prórroga hasta enero, sobre todo por las diferencias que existían entre la patronal y algunos miembros del Gobierno central sobre los sectores a proteger por los ERTE. Al final se logró un acuerdo casi en el tiempo de descuento que se llevó en forma de decreto al Consejo de Ministros.
Este decreto, que se aprobó a finales de septiembre, extendía hasta el 31 de enero de forma automática los procedimientos por fuerza mayor para determinados sectores económicos, y creaba dos figuras, los ERTE de impedimento de actividad y los ERTE de limitación de la actividad, a los que se pueden acoger todas las empresas, con exoneraciones bastante elevadas, que en algunos casos alcanzan hasta el 100%.
Los ERTE de fuerza mayor con prórroga automática se limitan a las empresas más afectadas por la pandemia cuya actividad se clasifique en alguno de los códigos de la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE-09) previstos en la norma, con exoneraciones de cuotas de entre el 75% y el 85%. De estas exoneraciones también se pueden beneficiar aquellas empresas que, aunque no formen parte de estos sectores, se encuentren en su cadena de valor o cuyo negocio dependa, en su mayoría, de estos.
En el caso de las nuevas modalidades de ERTE vigentes, a las que se pueden acoger empresas de cualquier sector, se distinguen dos tipos: los ERTE por impedimento de actividad como consecuencia de las restricciones que adopten las autoridades (por ejemplo, las empresas de ocio nocturno), y los ERTE de limitación de actividad, que se destinan a las empresas que ven alterada su actividad cuando una autoridad local, autonómica o estatal les limite, por ejemplo, los aforos y los horarios.
Los ERTE de limitación de actividad van acompañados de exenciones de cuotas de entre el 70% y el 100%, mientras que los ERTE de impedimento de la actividad contemplan exenciones de entre el 90% y el 100%.
Está por ver si en la nueva prórroga se mantendrá este esquema de ERTE o si habrá modificaciones en la lista de actividades CNAE que se pactó en el anterior decreto, aunque a la vista de las actuaciones de las comunidades autónomas para frenar los contagios se seguirán necesitando instrumentos para proteger a trabajadores y empresas afectadas por las limitaciones y los impedimentos de su actividad.
MÁS DE 400.000 TRABAJADORES EN LOS NUEVOS ERTE
Según datos de la Seguridad Social, el número de trabajadores en ERTE cerró el mes de noviembre en 746.900 personas, lo que supone 18.487 trabajadores más que en octubre y 40.650 más que desde finales de septiembre.
El Ministerio que dirige José Luis Escrivá ha detectado un "trasvase" de los ERTE vigentes antes de la última prórroga de los esquemas incluidos en la nueva regulación que extendió los ERTE hasta el 31 de enero de 2021.
De este modo, del total de trabajadores en ERTE con el que se cerró noviembre, 326.296 pertenecen a los 'antiguos' ERTE, cifra que supone 379.954 trabajadores menos que los que había incluidos en estos procedimientos a finales de septiembre, cuando entraron en vigor los nuevos esquemas de protección.
Por su parte, el número de personas incluidas en los nuevos ERTE, con exoneraciones especiales para los sectores ultraprotegidos y cobertura para las empresas afectadas por las restricciones administrativas, alcanzó un total de 420.604 trabajadores en noviembre.
De estos, 218.380 personas pertenecen a sectores ultraprotegidos (de los cuales 167.917 corresponden al listado de CNAE acordado con los agentes sociales en septiembre y 50.463 a empresas de su cadena de valor), 79.232 se encuentran en un ERTE de impedimento y 117.064 en un ERTE de limitación de actividad.
MÁS CONCENTRACIÓN SECTORIAL
Según el Ministerio, uno de los efectos de poner en marcha los nuevos esquemas de protección ha sido más concentración sectorial de los trabajadores protegidos, porque el 60% de los incluidos en las nuevas modalidades de ERTE pertenecen al sector de servicios de comidas y bebidas o de servicios de alojamiento.
Ambos sectores tenían en noviembre en los nuevos ERTE a 330.979 trabajadores, y concentraban el 45% de todos los trabajadores incluidos en estos sistemas de protección, en contraste con el 35% de finales de septiembre.
Esta variación en el recurso a esta protección también se observa en el número de afiliados en cada sector que se acogen al ERTE.
Mientras que los trabajadores protegidos representan el 5% del total de afiliados a nivel nacional, suponen el 62% en el sector de servicios de alojamiento, el 56% en actividades turísticas y agencias de viajes, el 43% en transporte aéreo, el 29% en actividades de juegos de azar y apuestas, el 27% en servicios de comidas y bebidas y el 19% de los trabajadores del sector de actividades deportivas, recreativas y de entretenimiento.
En cuanto a los ERTE de impedimento y limitación, como van ligados a las restricciones administrativas y son diferentes por territorios, se aprecian diferencias geográficas: en Baleares, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Extremadura y Madrid se ha reducido el número de personas en ERTE respecto al mes de septiembre, mientras que en otras, como Asturias, Navarra o Cataluña, el número de trabajadores en ERTE ha crecido respecto al mes de septiembre porque en estas zonas las restricciones por la pandemia han sido más intensas.
