El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) y los ayuntamientos de L'Hospitalet de Llobregat y Esplugues han completado la transformación de la plaza de la Bòbila, convertida en un espacio renaturalizado para cohesionar el límite entre las dos ciudades. Las obras han durado doce meses y se han ejecutado con más de 3,1 millones de euros. La actuación, sobre un espacio de más de 11.700 m2, se ha centrado en reducir el efecto de isla de calor urbana gracias a nueva vegetación que, a su vez, crea un refugio climático. También se ha mejorado la accesibilidad con espacios con poca pendiente y caminos que conectan los diferentes niveles, al mismo tiempo que se han instalado pavimentos blandos y permeables para absorber el agua de lluvia y evitar los charcos en caso de lluvia intensa.
La nueva Bòbila se diferencia en tres niveles. El más cercano a la biblioteca se basa en una zona totalmente pavimentada donde se ha construido una pérgola cubierta con placas solares para alimentar los equipamientos culturales del espacio. El segundo nivel está a la altura del mercado de Can Vidalet e incorpora más elementos naturales, con numerosos árboles y sauló y arena en el suelo, así como una zona de juegos infantiles. El tercer nivel es el que da acceso al CAP.
La reforma también ha incluido una reformulación de la avenida Severo Ochoa y avenida del Torrent -misma vía con diferente nombre en función de la ciudad-. Se han ampliado las aceras 6,5 metros en el lado del mercado y se ha retirado el cordón de aparcamiento de la acera oeste, hay nuevo arbolado en la rambla central y se han ampliado 5 metros las aceras del lado de L'Hospitalet.
