A pesar de los esfuerzos por apostar por grupos y artistas locales, la presencia del catalán en las fiestas populares sigue siendo insuficiente y amenazada por el predominio de idiomas extranjeros. Los jóvenes catalanes denuncian la situación y reivindican su cultura.
Con la llegada del otoño, llega el cierre de las Fiestas Mayores de este año, espacio donde muchos ciudadanos celebran días de fiesta, conciertos y actividades en la calle. Sin embargo, bajo la diversión, se esconde un problema que preocupa a artistas y vecinos: la música catalana no ocupa el espacio que merece. A pesar de la presencia de algunos grupos locales, muchos consideran que es insuficiente y que la cultura propia está en riesgo de desaparecer de los escenarios populares. Marta Llop, de 21 años y vecina de Sants, asegura: “Es triste ver cómo la mayoría de las canciones que suenan son en castellano o inglés. Hay grupos catalanes muy buenos que casi nadie conoce. Nos hace sentir que nuestra cultura no tiene espacio.”
La voz de los jóvenes: defender la música catalana
Varios jóvenes implicados en la escena musical y cultural reclaman un mayor reconocimiento de la música en catalán. Marc Roca, de 23 años y componente de un grupo emergente de pop-rock, explica: “Nosotros queremos cantar en catalán y llegar a la gente de nuestra casa. Pero en los escenarios principales, casi nunca tenemos lugar. Los organizadores dicen que es más "rentable" poner hits internacionales, pero eso mata la cultura que hemos crecido defendiendo.” Por otra parte, Laia Moscardor, estudiante de comunicación de 20 años, añade: “Somos muchos jóvenes que escuchamos y hacemos música en catalán. Queremos oírla en las fiestas y poder cantarla con los amigos. No queremos que el catalán sea sólo una lengua de libro, sino de fiesta y de calle.”
Turismo y “hits internacionales”: una barrera para la cultura
Una de las razones que se señalan frente a esta situación es la gran presencia de turistas, que a menudo prefieren repertorios en castellano o inglés. Esto lleva a las organizaciones a apostar por canciones “internacionales” en lugar de música catalana, creando un círculo que dificulta que los artistas locales ganen visibilidad y consolidación.
Moscardor remarca: “Entiendo que a los turistas les gusten las canciones conocidas, pero no puede ser que esto pase por encima de nuestra música. Hay grupos catalanes que harían bailar a todo el mundo si solo tuvieran un poco más de visibilidad. ¿Cuántos grupos catalanes han estado en el Palau Sant Jordi? ¿Cuántos?”, dice con un tono reivindicativo.
Reivindicación y futuro: más espacio para el catalán
A pesar de los obstáculos, hay vecinos, colectivos y artistas que siguen reivindicando un espacio digno para el catalán en las Fiestas Mayores. La clave es combinar apertura al público con apoyo a la cultura propia: más grupos en catalán en los escenarios principales, difusión mediática y programas que fomenten la música local sin renunciar a la diversidad. Según Judith Santos, participante en talleres musicales, “no pedimos eliminar la música en otros idiomas, solo que el catalán tenga su espacio. Es nuestra lengua, nuestra identidad, y las fiestas son el mejor lugar para mantenerla viva.”