Las entidades ecologistas proponen un proyecto de peaje urbano de 4 euros al día para entrar, salir o circular dentro de la Zona de Bajas Emisiones de Barcelona de 7h a 20h, todos los días de la semana. Las organizaciones, que han lanzado este martes una campaña para interpelar a las administraciones para que implementen el proyecto, plantean que afecte tanto a los vehículos de los residentes como de los no residentes, a excepción de aquellos con 3 o más ocupantes. Además, consideran que deberían pagar esta tasa todos los vehículos sin distinción por motor, peso o edad: turismos (M1), motos y ciclomotores (L), furgonetas (N1) y camiones (N2, N3). La propuesta presentada contempla alguna exención y una autorización de 10 días de circulación gratuita por año.
Las entidades proponentes defienden que el peaje urbano es la medida más efectiva para disuadir el uso del vehículo privado (coches y motos) y cambiar así un modelo de movilidad que consideran "insostenible" e "inequitativo".
La campaña, bautizada como 'Barcelona '22', la impulsan la Plataforma por la Calidad del Aire, la Asociación para la Promoción del Transporte Público, Ecologistas en Acción de Cataluña, Eixample Respira, Bicicleta Club de Cataluña, la Red por la Justicia Climática, Catalunya Camina y la Asociación de Prevención de Accidentes de Tráfico.
'Barcelona'22' recuerda, tanto el eslogan como la presentación gráfica, a los Juegos Olímpicos del '92. En la presentación de la iniciativa, este martes en la plaza de Sant Jaume, María García, de Ecologistas en Acción, ha afirmado que con esta referencia quieren "dar la vuelta" a las políticas de "grandes proyectos e inversiones".
Las entidades esperan reunirse en las próximas semanas con representantes de las administraciones y de los grupos políticos para ponerles sobre la mesa la propuesta.
Reducción del tráfico
Las organizaciones apuntan que Barcelona es la ciudad europea con más densidad de vehículos y la sexta más contaminada, con la movilidad como la responsable del 50% de los contaminantes atmosféricos. También argumentan que actualmente el peaje urbano ya funciona en 19 ciudades de ocho países europeos y destacan Londres, Milán o Estocolmo.
Los impulsores de la propuesta aseguran que los resultados de implementar un peaje de este tipo son "contundentes" y han permitido reducciones de hasta el 30% del volumen de tráfico. En el caso concreto de Barcelona, las organizaciones estiman que la introducción del peaje supondría un 21% de reducción mínimo de tráfico directamente.
La idea de las entidades es que sea un peaje de gestión pública y que se destine el 10% de los ingresos netos al sistema público de salud para "compensar los perjuicios que la movilidad actual genera" y el resto a un "plan de choque" de mejoras del transporte público y la bicicleta para dar "alternativas a los conductores que dependen del coche", ha expuesto Guille López, de Eixample Respira.
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