El Tribunal Supremo da por buena la sentencia de la Audiencia de Barcelona que condena a un agente de la Policía Local de Sant Esteve Sesrovires (Baix Llobregat) que en 2014 provocó la muerte de un detenido. Se rechaza así el recurso interpuesto por el acusado, que defendía que todo fue fruto de una acción “fortuita”.
Según el Supremo, sin embargo, la actuación fue “desproporcionada”, ya que traspasó los “límites” a la hora de inmovilizar al detenido. El policía presionó de manera continuada el cuello del hombre, que había entrado a robar en una empresa del polígono industrial. “No hace falta ser policía para saber que se puede provocar la muerte de una persona”, relata la sentencia que ha avanzado ‘El Periódico’ y que ha podido confirmar la ACN.
Los hechos ocurrieron la madrugada del 16 de junio de 2014, cuando la Policía Local recibió el aviso de un vigilante de seguridad de una empresa del polígono industrial que alertaba de la presencia de dos ladrones. El agente ahora condenado habría inmovilizado por el cuello a uno de los asaltantes mientras su compañero lo esposaba.
A pesar de la fuerte resistencia del ladrón, la Audiencia de Barcelona ya consideró en una primera sentencia en 2021 que el agente “omitió” las técnicas de reducción de personas y presionó el cuello del detenido hasta el punto de provocarle una “insuficiencia respiratoria aguda y asfixia”.
El hombre acabó muriendo y el agente condenado a un año de prisión y tres de inhabilitación por homicidio por imprudencia profesional grave. Ahora el Supremo reafirma esta primera sentencia tras rechazar el recurso interpuesto por el agente. El policía ejerció en Sant Esteve Sesrovires entre 2007 y 2018.
