El anuncio coincide con la noticia de que Terrassa es la segunda ciudad con más contaminación de Cataluña y que los niveles de dióxido de nitrógeno en el aire triplicaron el año pasado el límite fijado por la Organización Mundial de la Salud.
Los socialistas consideran que las políticas en materia de movilidad y medio ambiente en la ciudad son contradictorias y suponen un descontrol para los ciudadanos y un despilfarro de recursos públicos. La reapertura de la Rambla supondría poner en cuestión el modelo de ciudad, la movilidad y afectaría gravemente al transporte público.
El grupo municipal ve con mucha preocupación la constante improvisación del gobierno liderado por Jordi Ballart con ERC y Junts y la deriva de la ciudad hacia un modelo de movilidad totalmente obsoleto y fracasado.
El PSC recuerda de nuevo que el Plan de Movilidad actual está caducado desde 2021 y pide al gobierno que sitúe al frente del Servicio de Movilidad, sin dirección desde hace meses, a una persona experta y de reconocido prestigio en la materia.
Finalmente, el PSC pide que el alcalde deje de improvisar en cuestiones tan relevantes y que convoque urgentemente la Mesa de Movilidad de Terrassa.