El juzgado de instrucción número 30 de Barcelona ha archivado la denuncia interpuesta por un coronel de infantería del ejército español por el supuesto sorteo de una prostituta en el cuartel del Bruc de la capital catalana a través de un grupo de Whatsapp, como pidió la fiscalía.
El juzgado considera que los hechos denunciados no son delictivos, aunque admite que podrían comportar sanciones disciplinarias.
"El sorteo no respondía a ninguna realidad, ya que en ningún momento consta que se llegara a solicitar favores de ninguna prostituta; de hecho, el ganador del sorteo fue finalmente premiado con una cesta navideña y no con una prostituta; el sorteo no pudo ser manipulado, ya que se realizó antes de que se conociera la publicación" en la prensa.
En el auto, la magistrada asegura que no se destinó dinero público al sorteo, que se difundió por un grupo privado de mensajería y que no tenía el permiso de ningún mando. El escrito recuerda que la prostituta no se llegó a contratar por los participantes en el sorteo de principios de diciembre, y que el cartel que anunciaba el sorteo estaba hecho con tres fotografías de mujeres desnudas y anónimas extraídas de internet y con la cara pixelada, por lo que no se podían identificar. El cartel estuvo colgado del 29 de noviembre al 1 de diciembre en un espacio restringido de la compañía de infantería. Por todo ello, la magistrada no ve que haya ningún delito de inducción a la prostitución, explotación sexual o trata de personas.
La magistrada tampoco ve un delito de odio o discriminación hacia ningún colectivo, ya que los comentarios, "claramente desafortunados", no incitaban a menospreciar, vejar o burlarse de las prostitutas ni las mujeres en general.
El auto recuerda que el sorteo se dirigió a los 62 miembros del chat y que solo dos hicieron comentarios. Los autores de la idea del sorteo admitieron los hechos ante sus mandos y manifestaron su arrepentimiento, asegura el juzgado, que ha tomado declaración a 66 personas.
Dos militares del cuartel del Bruc propusieron a la sesentena de compañeros de un grupo de WhatsApp participar en un sorteo de una prostituta y, con el dinero que recaudaran, contribuir a pagar los gastos de la fiesta de la Purísima. Según el diario 'Ara', que adelantó los hechos, los mensajes del chat, a los que tuvo acceso, vejaban a la chica con comentarios machistas y denigrantes.