La ciudad de Girona vive en una nube desde hace poco más de un año. El fútbol se ha transformado en el principal tema de conversación entre los vecinos de la ciudad y parte de esta tendencia es por Míchel, el entrenador del primer equipo. El vallecano llegó a la capital catalana el 9 de julio del 2021 y el año pasado llevó a sus discípulos a competir el título de LaLiga hasta las últimas semanas. A pesar del magnífico papel del técnico en el estadio de Montilivi, los gerundenses están enamorados de él por lo que representa y defiende la cultura del territorio.
Miguel Ángel Sánchez Muñoz, más conocido como Míchel, declaró hace un par de días en una entrevista a la Cadena SER que cuando llegan los jugadores les muestra una "presentación de diapositivas donde sale la historia de la ciudad, de Cataluña y del equipo".
Míchel es una de las personalidades más estimadas de Girona
El madrileño parece que sea un gerundense más. Llegó a la ribera del río Onyar y rápidamente aprendió el catalán para intentar acercar el equipo a la ciudad. Además, lejos del excentricismo que muchas veces rodea a los profesionales del fútbol, es muy común verle paseando por la ciudad y conociendo la cultura.
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En el mundo del fútbol una de las expresiones más repetidas en las gradas es: "No siente los colores". Para algunos aficionados, los jugadores de su propio equipo no tienen ninguna clase de voluntad en conocer la ciudad o a la gente que vive en ella. Eso para Míchel es inaceptable y aunque quiere que sus jugadores "disfruten dentro del campo", también considera fundamental "conocer a la gente que da soporte y que siente lo mismo que él".
El "reivindicativo" Míchel ha capgirado la historia del Girona
Míchel creció en el barrio madrileño de Vallecas, muy arraigado con las luchas y reivindicaciones sociales, uno de los motivos principales por los cuales hoy día intenta conocer la cultura de donde entrena. Él mismo se ha definido como una persona “reivindicativa” y encantado de luchar y transformar un club pequeño en uno que jugará la máxima competición continental esta temporada.
El técnico trabaja día a día para que sus jugadores se sientan un poco más gerundenses. "No quiero que los jugadores se marchen a casa sin que les importe lo que pasa aquí", declaró Míchel. Por si no fuera suficiente, confesó que durante los primeros días de los fichajes en Girona les pone 'el himno de la ciudad', Tres veces inmortal.
Míchel ya ha conseguido todos los éxitos suficientes en Montilivi para ser recordado en la ciudad de Girona mucho tiempo. A pesar de eso, el técnico madrileño se siente como un gerundense más e intenta que sus jugadores experimenten esta comunión con la ciudad. El técnico ya ha hecho más por la cultura gerundense y catalana que muchos jugadores y profesionales de la tierra, unos actos que justifican que sea una de las personalidades más estimadas del mundo del fútbol y del territorio.
