La Fundación CRAM ha liberado este domingo en la playa de El Prat de Llobregat a cuatro tortugas marinas recuperadas en el Centro de Recuperación de Animales Marinos. El regreso al mar de estos quelonios en peligro de extinción se ha celebrado con una gran fiesta familiar que ha reunido a unas dos mil personas. Los más pequeños han podido disfrutar de un espectáculo, talleres y actividades relacionadas con la conservación marina.
Las tortugas bobas liberadas tienen entre 10 y 35 años y fueron capturadas accidentalmente por pescadores de arrastre. La más veterana es Amparo, que pesa 29 kilos. Ella ha sido la primera en poder volver a nadar a mar abierto. Su regreso ha desatado la euforia entre el público, que ha seguido la liberación con emoción.