El Centre d’Art Tecla Sala inaugura el miércoles 14 de diciembre la exposición retrospectiva “Cosmos-Caos” del artista Ferran Garcia Sevilla. Esta acción se realiza con la colaboración del Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC), que ha recibido una importante donación del conjunto de obras del período conceptual del artista mallorquín. Ambas muestras se podrán visitar hasta el 28 de mayo de 2023.
La retrospectiva “Cosmos-Caos”, por un lado, continúa con la tradición del Centre d’Art Tecla Sala de apoyar a los artistas del país y propiciar lecturas amplias de sus trabajos y, por otro lado, amplía la red de colaboraciones del Museu Nacional con instituciones públicas y privadas que han sido y son claves en la reivindicación y la divulgación del arte contemporáneo.
La donación realizada por el artista —de gran importancia, no sólo en lo que respecta a la trayectoria de Ferran Garcia Sevilla, sino también en el marco de la historia del arte catalán contemporáneo— supone una aportación fundamental para la constitución de la colección nacional de arte de posguerra y segunda vanguardia en la que sigue trabajando el Museu Nacional.
Ferran Garcia Sevilla (Palma de Mallorca, 1949) es un nombre fundamental del arte contemporáneo catalán y español. Después de una primera etapa históricamente muy relevante como uno de los pioneros y protagonistas del arte conceptual a finales de los años sesenta y durante la década de los setenta; en los años ochenta, en la época de la euforia por la pintura y la moda neoexpresionista, da un giro absoluto y se reinventa como pintor. Adquiere entonces una gran notoriedad y se convierte en uno de los grandes nombres del arte catalán y español, con repercusión internacional. De hecho, se le ha considerado a menudo como uno de los artistas más característicos de la postmodernidad, junto con nombres como Miquel Barceló o Juan Uslé. Pero, justamente, Ferran Garcia Sevilla se ha opuesto a los valores postmodernos del relativismo, el ludismo irónico y el exhibicionismo narcisista.
El autor se caracteriza por una energía apasionada y una vasta cultura, que incluye la física moderna, la filosofía, la música y las místicas no occidentales. Provocador, desacralizador y profundamente libre, Ferran Garcia Sevilla es a veces, deliberadamente, un artista incómodo, irreductible: un vanguardista auténtico y radical. Este carácter radicalmente vanguardista se redescubre en la recuperación de su trabajo de la época conceptual.
Como pintor, a partir de 1980, no fue ni hedonista ni frívolo sino provocador, desmitificador respecto a la misma práctica de la pintura. Su posicionamiento se acerca más a la herencia dadaísta que a formas neoconservadoras del arte, al formalismo o a poéticas subjetivas y esteticistas. Su pintura es directa, expresiva y desbordante. Puede moverse en una abstracción gestual que evoca procesos cósmicos y puede también incluir elementos figurativos esquemáticos, de carácter casi primitivista, junto con inscripciones textuales que se dirigen directamente al espectador, desafiando sus prejuicios.
En los últimos veinte años ha sido un artista cada vez más confidencial, situación paradójica dado el éxito que había tenido previamente y que hace especialmente relevantes estas acciones de colaboración entre el Centre d’Art Tecla Sala y el MNAC.
