El CAP del Gòtic se queda sin nuevo edificio a pesar de su situación precaria

09 de octubre de 2020 a las 14:10h

El antiguo edificio de Correos situado en la Via Laietana, finalmente se convertirá en un 'hub' tecnológico impulsado por Barcelona City Tech y no en un Centro de Atención Primaria (CAP). Aunque la decisión firmada este miércoles en un acto celebrado en el mismo emplazamiento es el resultado de un pacto entre el Consorcio de la Zona Franca, Correos y el Ayuntamiento de Barcelona, va en contra de la opinión de la plataforma vecinal ¡Cap Gòtic Nou Ja! que reclama desde hace tiempo que uno de los edificios anexos del complejo se destine a la ampliación del CAP del barrio. Así lo hizo patente el colectivo en una concentración que tuvo lugar delante de Correos la tarde del miércoles y en la que los presentes pudieron hablar con Ada Colau para expresarle su malestar.

Ada Colau hablando con el vecindario del barrio Gòtic. Foto: AV Barri Gòtic

Según ha informado el consistorio, el nuevo equipamiento de la ciudad quiere acoger a 150 empresas y start-ups y generar 1.500 puestos de trabajo. A pesar de ello, el vecindario está dividido. Mientras que desde la Associació de Veïns del Gòtic y los mismos profesionales del CAP no ven con buenos ojos este plan, para entidades como Amics de la Rambla el nuevo proyecto será un impulso para un barrio que desde la pandemia del coronavirus, como toda Barcelona, se ha pauperizado.

Para la plataforma vecinal ¡Cap Gòtic Ja! el edificio anexo de Correos era "un lugar idílico para ampliar el CAP". En palabras del colectivo, la situación actual del centro médico es crítica y con la pandemia aún es más difícil porque el espacio que ocupa el CAP en el Passatge de la Pau es insuficiente para poder atender las visitas de salud rutinarias y a la vez discriminar a los pacientes de COVID-19. Hoy en día se ha instalado una carpa inflable en la plaza Joaquim Xirau para poder separar a los pacientes que presentan síntomas del virus. Con todo, el Ayuntamiento ha prometido construir unos barracones para paliar la carencia. La plataforma añade que la firma del proyecto del miércoles se llevó a cabo sin que supieran nada y desde la Associació de Veïns del Barri Gòtic consideran que el proyecto se enmarca una vez más dentro de la lógica de gentrificación del barrio y afirman que también ahora se ha priorizado la economía por encima de la salud.

Por otra parte, la Associació Amics de la Rambla celebra la propuesta del consistorio porque considera que "diversificará el tejido comercial y empresarial del barrio con una industria creativa y con gente joven que si bien no vivirán aquí, sí que harán vida". Desde que el centro de Barcelona perdió la afluencia de turistas por el confinamiento, el barrio Gòtic ha vivido un proceso que hace sentir al vecindario que vive en un barrio abandonado. Los grandes hoteles están cerrados y en las Ramblas solo el 60% de los comercios ha vuelto a activarse después del confinamiento.