El Ayuntamiento de Terrassa ha decidido pasar a la acción para evitar los vertidos incívicos de basura. Es por este motivo que el consistorio comprará 10 cámaras de videovigilancia que controlarán 30 puntos de la ciudad.
Según ha afirmado el alcalde Jordi Ballart, esta medida, que tendrá un precio de 6.000 euros a las arcas municipales, pretende ser disuasiva para los infractores. El alcalde ha explicado que en los puntos en los que se dispongan las cámaras de videovigilancia también habrá un cartel que indique que el área está siendo grabada.
De este modo se quiere poner fin a una situación que desde hace días causa malestar entre la población y que ha llevado a la Asociación Vecinal de Can Roca ha denunciado de forma irónica la inacción del consistorio.
Matalasseries #CanRoca de #Terrassa donde se reviven los muebles y le ponemos #oli para que se deslicen mejor. Ven a Can Roca el civismo te llama al mejor precio. @terrassa_neta o #terrassabruta @favterrassa @CONFAVC @ecoequip pic.twitter.com/UjozCWYcuI
— A.V. Can Roca (@avcanroca) November 17, 2020