La noche del sábado 14 de octubre fue la más concurrida de todas de la Fiesta de Otoño de Sant Feliu de Llobregat, y también la más problemática en cuanto a seguridad e incivismo. Como ya había pasado en otras ciudades catalanas durante sus fiestas, la ciudad vivió un episodio de destrozos en algunos comercios y calles.
Un escaparate roto, algunos contenedores quemados y otras incidencias fuera del horario festivo (a partir de las 4 de la madrugada) son algunos de los desperfectos que se han tenido que lamentar. Con todo, el Ayuntamiento de Sant Feliu ha emitido un comunicado lamentando y rechazando estas “actitudes incívicas que distorsionan el talante festivo y familiar de la Fiesta de Otoño”.
A pesar de esto, el consistorio considera que el dispositivo extraordinario de seguridad que se puso en marcha desde el departamento de Interior de la Generalitat de Catalunya ha funcionado. El dispositivo ha contado con la coordinación conjunta de Mossos d'Esquadra y la Policía Local, y “ha sido clave para evitar daños mayores”.
Así, el gobierno hace “balance positivo” al haber trabajado desde la prevención y la coordinación, junto con los servicios y los diferentes departamentos del Ayuntamiento.
“Las actuaciones policiales en las entradas y salidas de la ciudad y en los principales transportes públicos ha comportado la intervención de material susceptible de ser utilizado en actos ilícitos y un gran número de identificaciones”, insiste el consistorio en el comunicado.
Además, añaden que “es motivo de celebración que la Fiesta de Otoño haya transcurrido correctamente a lo largo de 5 días llenos de emoción, esfuerzo y trabajo colectivo, profesional y voluntario, de muchas personas que viven y hacen vivir las fiestas”.
