Hoy el gobierno del Ayuntamiento de Sant Feliu de Llobregat ha presentado el informe económico de 2023, encargado por el mismo equipo a la Interventora. Lo ha hecho, en primer lugar, en la sala de plenos del consistorio. Y, después, en el Auditorio del Palau Folguera ante la ciudadanía, que se ha mostrado mucho. "Estamos ante una situación de precariedad y esto se debe a la mala herencia de los presupuestos que nos ha llegado", ha detallado Lourdes Borrell, la actual alcaldesa de Sant Feliu.
El informe detalla la actual situación económica de la ciudad, que se encuentra en un momento delicado, ya que está muy cerca del incumplimiento. "El objetivo actual es no estar intervenidos, porque no podremos pedir ningún préstamo durante tres años", ha expresado Borrell. De hecho, en la comparativa de los presupuestos de los años 2022 y 2023, el total acumulado se sitúa cerca de los 765.000 euros en negativo. La alcaldesa ha explicado los diversos recortes que se han tenido que hacer en las diferentes áreas - algunas sin presupuestar - debido al estado económico de la ciudad. Por ejemplo: el área de servicios sociales, limpieza y recogida de residuos, cultura o la de comunicación.
Lourdes Borrell volvió a la alcaldía el pasado junio, y tomó el relevo de la legislatura encabezada por Sant Feliu en Comú Podem y ERC, que se repartieron la alcaldía. A la hora de pactar para conseguir la mayoría no fue posible hacerlo con En Comú Podem, que decidió formar partido con los independentistas. En todo caso, durante la comparecencia el equipo de gobierno ha mostrado su desacuerdo con la anterior gestión. "No es una mirada política, sino un informe claro que son números reales", ha expresado Borrell. Los datos muestran que el remanente de tesorería, el principal indicador de solvencia, en 2019 era de 4.210.000 euros aproximadamente. A finales de 2022 este dato se situó cerca de los 740.000, una cifra que muestra el peligro de cumplimiento de esta ratio.
La alcaldesa ha querido enviar un mensaje de positivismo a la hora de buscar ingresos para intentar encaminar el estado económico del Ayuntamiento y, por tanto, de la ciudad. En un momento en el que los consistorios de otros municipios, como Terrassa o Tarragona, han acordado aumentado el IBI para sufragar diversos gastos, Borrell ha dejado claro que se buscarán otras vías para hacer frente a la actual situación. "Debemos ser positivos en el área de desarrollo económico. Queremos atraer empresas a la ciudad para generar ingresos. Estamos explorando las diferentes opciones que tenemos con los empresarios de la ciudad", ha explicado.