El Ayuntamiento de Castellar del Vallès compra el edificio Cal Gorina

12 de diciembre de 2023 a las 21:40h

El Ayuntamiento de Castellar del Vallès formalizará esta misma semana la compra de Cal Gorina. El edificio, situado en los números 6 y 8 de la calle del Centre, está incluido en el Plan Especial del Catálogo de Bienes a Proteger. De esta forma, el consistorio adquiere un equipamiento situado estratégicamente en el casco antiguo para destinarlo al uso ciudadano. A su vez, garantiza la preservación de un inmueble que tiene un alto valor patrimonial, pero que en la actualidad presenta un estado de conservación muy precario.

Es por este motivo que el consistorio se ha planteado en primer lugar llevar a cabo una valoración técnica del estado del edificio para concretar las actuaciones urgentes que se deben realizar para garantizar su seguridad. En este sentido, Cal Gorina requiere, antes de destinarlo a equipamiento de uso público, de una reforma integral. Así, habrá que incidir en el refuerzo de los elementos estructurales, renovar la cubierta, la fachada y los cerramientos y reparar el pavimento interior, entre otros.

Para definir sus usos, el Ayuntamiento ha anunciado que en 2024 se iniciará un proceso de participación ciudadana. La intención es que, fruto de esta reflexión reposada, se pueda idear conjuntamente con el vecindario y el tejido asociativo cuál debe ser su finalidad. El objetivo es que se puedan satisfacer necesidades de tipo social, cultural, educativo, lúdico y/o cívico.

Descripción e historia

La antigua masía de Cal Gorina se encuentra ubicada en una finca calificada de zona residencial de casco antiguo según el Plan de Ordenación Urbanística Municipal vigente. El edificio tiene sus orígenes en la época medieval, aunque fue objeto de diversas ampliaciones y reformas durante el siglo XIX. Se encuentra situado en una parcela con fachada principal a la calle del Centre y que limita también con el paseo de Tolrà y la plaza Mayor.

El inmueble, de grandes dimensiones, tiene una superficie construida de 1.000 metros cuadrados y se encuentra sobre una finca que ocupa unos 700 metros cuadrados. Consta de planta baja y dos pisos y dispone también de una torre miranda en la cubierta, de planta rectangular, visible desde muchos puntos de Castellar. Este elemento singular cuenta con ventanas a cada lado con forma de arco apuntado y con vitrales de colores, además de una barandilla de balaustres cerámicos. El edificio tiene además un patio posterior con acceso desde el paseo de Tolrà y que también da a la plaza Mayor.

El Plan Especial del Catálogo establece que es necesario proteger la volumetría y el aspecto exterior del edificio. Este documento también determina que cualquier reforma o actuación que se lleve a cabo debe ser respetuosa con los valores esenciales de la construcción original. También destaca el jardín como elemento de calidad paisajística del entorno y que, por tanto, tiene un potencial elevado para su aprovechamiento social. Además, la finca está incluida dentro de un área de expectativa arqueológica.

En cuanto a sus orígenes históricos, cabe destacar que la masía también fue conocida anteriormente como Can Boadella, nombre de sus antiguos propietarios. Una de las referencias más antiguas de los Boadella data del año 1468, cuando Joan Boadella juró en un documento que el mas estaba bajo el dominio directo y el alodio de Guerau de Clasquerí, señor del Castillo y del término de Castellar.

Varias de las fuentes escritas entre los siglos XIII y XVIII que se conocen sobre Can Boadella y Can Torres (Mas Mir), la masía vecina, hacen referencia al suministro de agua procedente del torrente de Canyelles.Además, la familia Boadella ha estado presente a lo largo de la historia del municipio y buen testimonio de ello es la alcaldía sustentada por varios de sus miembros: Berenguer de Buadella (1437), Jaume Boadella (1779) y Miquel Boadella (1883).

A principios del siglo XX, la propiedad de esta masía cambió de manos y pasó a ser propiedad de la familia Gorina. Durante esta época, el suministro de agua procedente de Canyelles sigue siendo fundamental para la masía, como refleja la construcción de un sistema de distribución de esta agua para venderla y distribuirla a una parte de la población.

Este sistema, que podría haber comenzado a funcionar hacia los años 1915-1920, facilitaba agua a viviendas de la calle de Sant Pere d’Ullastre, que debían pagarse mensualmente en casa del propietario Santiago Gorina. Actualmente, dentro del recinto de Cal Gorina se conserva un depósito y una torre, testimonios de este sistema hidráulico.

Santiago Gorina fue alcalde del municipio entre 1925 y 1929, durante la dictadura de Primo de Rivera, y también durante los meses de abril y mayo de 1939, pocos meses después del fin de la Guerra Civil y del inicio de la dictadura del general Franco. Cabe destacar también que, durante la Guerra Civil, Cal Gorina fue confiscado y se convirtió en el espacio de la agrupación local de la Federación Anarquista Ibérica.

Desde entonces el edificio ha tenido varios usos privados (como vivienda particular, despacho profesional de arquitectos, entre otros). En 2011 Cal Gorina se alquiló como sede de la agrupación política L’Altraveu. Hasta marzo de 2021, también albergó la entidad del mismo nombre del edificio, Cal Gorina, nacida en 2012. En los últimos dos años el edificio ha estado cerrado y ha sufrido una situación de degradación como consecuencia de una ocupación ilegal.

Estrategia de adquisición y compra de terrenos

La compra de Cal Gorina, que supone una inversión de un millón de euros, obedece a una estrategia que el equipo de gobierno anunció a principio del mandato de compra de patrimonio para su uso público. La finalidad es doble: por un lado, recuperar edificios de valor patrimonial en desuso; y por otro, contar con terrenos que permitan disponer de nuevas reservas de suelo para la construcción de vivienda protegida en un futuro, en algunos de los cuales se podrán habilitar provisionalmente aparcamientos disuasorios de vehículos.

De hecho, esta no es la única adquisición que el consistorio formalizará esta semana. Estos días también se concretará la compra de tres fincas más:

  • los terrenos de la antigua fábrica Pascuet, situada entre las calles de las Llagostes y de Girbau i Homet y que en la actualidad se encuentra en proceso de derribo;
  • el aparcamiento de la llamada “plaza de toros”, situado en el interior de la isla que forman las calles de Puigvert y Santiago Rusiñol, la avenida de Sant Esteve y la carretera de Sentmenat, y que hasta ahora también se encontraba en manos privadas;
  • y finalmente, el solar de la antigua subestación eléctrica localizada en la carretera de Sentmenat, 112, entre las calles de Santiago Rusiñol y Mestre Pla.
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