Aunque los casos de personas dedicadas a la religión que intervienen en política no son frecuentes, en los últimos tiempos han sido numerosos los integrantes de la iglesia que han dado sus opiniones sobre electorales. El último de ellos ha sido el cardenal arzobispo de Barcelona, Joan Josep Omella, quien en declaraciones a los periodistas ha señalado que no aplazar las elecciones del 14 de febrero es una buena noticia aunque la pandemia dificulta mucho la celebración de los comicios.
Asimismo, Omella ha afirmado que "la abstención no es un buen camino democrático" y ha animado a sus feligreses a dirigirse a las urnas. Además el arzobispo ha pedido que quien gobierne lo haga para toda la ciudadanía.
No han sido las únicas declaraciones de Omella que ha sido duro cuando se ha tratado de criticar a aquellos políticos que en la última semana y en contra de los protocolos sanitarios han decidido vacunarse.
