El Gobierno Metropolitano de Barcelona (AMB) ha aprobado este martes, 28 de noviembre, un proyecto de emergencia para apoyar la emergencia humanitaria que se vive en la Franja de Gaza y asistir a la población de la zona.
Con una dotación económica de 50.000 €, la aportación del AMB se destinará a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA), y servirá para proporcionar alimentos básicos y agua a 1.100 personas afectadas, de las cuales 566, el 51%, son mujeres. Según la UNRWA, que lleva más de 72 años atendiendo a la población refugiada de Palestina residente en la zona de Gaza y es la institución que tiene más capacidad de acción en la zona, la distribución de alimentos y de agua es una de las necesidades más básicas y urgentes.
El AMB responde así a la situación crítica de la población de la Franja de Gaza, que han perdido sus casas, posesiones y medios de subsistencia desde el inicio de los bombardeos, el pasado 7 de octubre de 2023.
Para la vicepresidenta de Internacional y Metrópolis Digital, Elisenda Alamany, la situación en Gaza es dramática e insostenible. “Toda la población está pagando un precio altísimo, en especial las mujeres y los niños. La mitad de la población de Gaza son menores de edad. Con este acuerdo de colaboración queremos paliar modestamente algunas de las necesidades pero hay que detener inmediatamente las hostilidades y permitir corredores humanitarios que puedan atender a la población”, apunta Alamany.
En cuanto al agua potable, la población de la Franja de Gaza está consumiendo agua de pozos agrícolas, lo que provoca la propagación de enfermedades transmitidas a través del agua. La última planta desalinizadora que quedaba, de las cuatro que dan servicio al centro y sur de Gaza, cerró el 15 de octubre por falta de combustible. Estas plantas eran fuentes vitales de agua para la población de Gaza. Además, en la zona, sin electricidad, ya han colapsado los servicios vitales, incluyendo los de salud, agua y saneamiento.
En 2015, el AMB asumió un fuerte compromiso en materia de cooperación internacional con los países del Mediterráneo oriental que acogen a personas refugiadas. Desde entonces, la Administración metropolitana ha establecido un modelo de trabajo centrado en la cooperación directa, mediante la cual se trabaja con actores presentes en el territorio; la cooperación técnica, que propicia espacios de intercambio de experiencias y reflexión conjunta, y la cooperación descolonial, que reconoce el territorio y se relaciona con él desde la horizontalidad.
