El 75% de los alérgicos a la penicilina son falsos positivos

La investigación alerta de que el etiquetado falso tiene consecuencias graves como el crecimiento de la resistencia a antibióticos

24 de enero de 2024 a las 14:58h

Casi tres de cada cuatro pacientes etiquetados como alérgicos a los antibióticos beta-lactámicos o penicilinas son falsos positivos, según se desprende de un estudio realizado por un grupo clínico encabezado por el doctor Gustavo Molina, especialista del Servicio de Alergología del Hospital Universitario de Bellvitge (HUB).

En la investigación, se han analizado 249 casos de alérgicos a beta-lactámicos, procedentes de siete hospitales públicos del Instituto Catalán de la Salud (ICS) y, del conjunto de pacientes examinados, en 186 casos, casi el 75% del total, se ha retirado la etiqueta después del estudio alergológico. Los investigadores alertan de que el etiquetado falso tiene consecuencias graves como el crecimiento de la resistencia a antibióticos.

"Las falsas etiquetas de alergia a penicilinas y otros beta-lactámicos no son un asunto menor, se trata de un problema de salud propia y pública", apunta el doctor Gustavo Molina. Según subrayan los autores del estudio, el sobrediagnóstico de alergias a medicamentos tiene varias consecuencias graves como el uso de alternativas terapéuticas más perjudiciales, más caras y menos eficaces, el incremento de infecciones de heridas quirúrgicas o la subida del tiempo de hospitalización.

Asimismo, también propicia el crecimiento de la resistencia a antibióticos, en un contexto global de aumento de las bacterias multirresistentes, lo cual, tal y como señalan, supone una amenaza cada vez mayor para la salud pública mundial.

La mayoría de falsos positivos examinados en el estudio provienen de la infancia, a pesar de que, según indican los autores, existe "suficiente evidencia" sobre que la alergia a los antibióticos suele desarrollarse entre los 26 y los 54 años. "Los datos muestran la necesidad de aumentar la formación en alergia e hipersensibilidad, para que el personal sanitario mejore competencias en la identificación de reacciones y los efectos adversos esperables de los fármacos", sostiene el especialista del Servicio de Alergología del HUB.

Los 249 casos de alérgicos a beta-lactámicos analizados en la investigación procedían de siete hospitales públicos del Instituto Catalán de la Salud (ICS): el Hospital Universitario de Bellvitge, el Hospital Universitario Vall d'Hebron, el Hospital Universitario Arnau de Vilanova, el Hospital Verge de la Cinta, el Hospital Universitario Germans Trias i Pujol y el Hospital Universitario Joan XXIII.

Con el objetivo de mejorar el diagnóstico en la especialidad, el Servicio de Alergología del Hospital de Bellvitge ha informado de que ya ha elaborado protocolos de trabajo para armonizar la práctica clínica del centro.

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