La comisión de Protección Civil ha dado luz verde este jueves a un plan específico para responder a los riesgos y emergencias ante fuertes vientos y que permitirá alertar en función de la vulnerabilidad del territorio. El VENTCAT se activará cuando se registren ráfagas de más de 72 km/h en las zonas metropolitanas de Barcelona, Tarragona, Girona y Lleida y de 90 km/h fuera de estas áreas más urbanas, excepto en el Alt Empordà, Baix Ebre y Montsià, donde el umbral establecido es de 120 km/h. Hasta ahora, ante episodios de fuerte viento, se activaba el plan genérico PROCICAT. "En Cataluña experimentamos episodios de vientos que no tienen la misma incidencia en todo el territorio. No es lo mismo un viento fuerte en el Empordà que en el Barcelonès o en el Baix Llobregat", ha afirmado el consejero de Interior, Jordi Jané, para recalcar la necesidad de un plan como este. Aunque el Gobierno aún debe aprobar esta nueva herramienta de Protección Civil, con el informe favorable de la comisión el VENTCAT ya se podrá activar cuando sea necesario.
Cataluña sufrió un vendaval atroz el 24 de enero de 2009, cuando murieron siete personas. Cuatro eran niños, que perdieron la vida cuando el túnel de bautizo del campo municipal de Sant Boi de Llobregat donde entrenaban se derrumbó. También en el Baix Llobregat, dos hombres murieron cuando les cayó un árbol encima, en La Palma de Cervelló y en Abrera. El fuerte viento hizo caer a un hombre de su terraza en La Secuita (Tarragonès), que acabó muriendo en el hospital. El día antes, una mujer había perdido la vida al caerle un muro en Barcelona. Jané ha constatado que Cataluña sufre episodios fuertes de viento y que jornadas negras como la de enero de 2009 "demuestran la necesidad de hacer un plan específico de Protección Civil para avisar de una manera no homogénea a la población y a los ayuntamientos del riesgo en cada momento", ya que hay "lugares más acostumbrados al viento y que están más preparados que otros". Los vendavales en territorios más vulnerables pueden provocar un gran número de incidencias, sobre todo por la alta densidad de población. A menudo son daños materiales y al medio ambiente, pero puede haber heridos y víctimas mortales. Otra de las jornadas más desoladoras por el viento en los últimos años en Cataluña fue el 9 de diciembre de 2014, cuando murieron dos personas en Terrassa al caerles un muro encima. Interior también incluye en aquel episodio de fuertes vientos la muerte de una mujer el día antes en un accidente en la AP-7. Ante la constatación de que un viento fuerte puede ser más devastador en zonas urbanas o territorios que no están tan preparados, el VENTCAT sitúa un primer umbral en 72 km/h para las zonas urbanas de Cataluña. Se trata de las áreas metropolitanas en un sentido más amplio de las cuatro capitales y, por ejemplo, las comarcas del Bages, Osona y Garraf se encontrarían en este ámbito. El plan se activaría a partir de ráfagas de 90 km/h en el Berguedà y en el Ripollès, mientras que en el Alt Empordà, Baix Ebre y Montsià, a partir de 120 km/h. La activación del plan implicará avisar a los municipios afectados y aplicar medidas preventivas y de protección para minimizar las posibles consecuencias. Según ha informado Jané, es el primer plan de este tipo en España. Desde el año 2009 existía un protocolo de actuación específico en episodios de fuertes vientos dentro del plan territorial de protección civil de Cataluña (PROCICAT). Después de un período de estudio de ocho años, se ha establecido la frecuencia de superación de ciertos umbrales de velocidad de ráfagas de viento potencialmente peligrosas. Estos datos han sido generados por las estaciones meteorológicas automáticas (EMA) del Servicio Meteorológico de Cataluña (SMC) y se ha creado una base de información. Además, a partir del análisis histórico de la vulnerabilidad, se han recogido las afectaciones y se han clasificado. Finalmente, para establecer el riesgo municipal y las medidas obligatorias del Plan de Actuación Municipal (PAM), se ha asignado a cada localidad un valor representativo de peligrosidad y de vulnerabilidad. El análisis de riesgo ha permitido establecer la operativa y los procedimientos de actuación del plan, la estructura organizativa, la articulación con las administraciones locales y los procedimientos de información a la población. El VENTCAT se podrá activar en tres fases -Prealerta, Alerta y Emergencia-, en función básicamente de la predicción meteorológica (según el valor de peligrosidad asignado a cada comarca), el aviso de observación meteorológica y por los daños producidos por el viento. El VENTCAT se incorpora al catálogo de planes especiales de Protección Civil ante emergencias que se activan ante unos riesgos concretos, como son el NEUCAT, por nevadas; el INUNCAT, por fuertes lluvias e inundaciones, o el INFOCAT, por incendios forestales, entre otros. El plan se ha elaborado desde la Dirección General de Protección Civil y se ha consensuado en el grupo de trabajo formado por diferentes organismos expertos, tanto en peligrosidad como el Servicio Meteorológico de Cataluña y los expertos en daños y vulnerabilidad: Dirección de Calidad de la edificación y rehabilitación de la vivienda, Departamento de Construcciones Arquitectónicas, Dirección general de bosques, Dirección general de centros públicos, así como diversos colegios de profesionales del ámbito de la construcción, edificación y el medio natural. Los aspectos operativos han sido revisados por el Sistema de Emergencias Médicas (SEM), Mossos d'Esquadra, Bomberos de la Generalitat, el Servicio Catalán de Tráfico y el Cuerpo de Agentes Rurales. Sobre la afectación a servicios básicos, los componentes del grupo han sido representantes de ADIF, Red Eléctrica de España, Ferrocarrils de la Generalitat, Aeropuertos de Cataluña, Endesa Cataluña, la Oficina de coordinación de la Red Rescate y la Dirección General de transportes y movilidad. Los municipios han sido representados tanto por la Federación de Municipios de Cataluña como por la Asociación Catalana de Municipios.