Eran las doce y cuarto del mediodía cuando ayer los Servicios de Emergencias Médicas recibieron el aviso: había una persona herida con arma blanca en la calle Bartrina, cerca de la esquina con la calle del Doctor Ferran, en el barrio de Sant Pere Nord de Terrassa.
Cuando el equipo del SEM llegó, junto con Mossos y Policía, había un chico estirado en medio de la calzada. A pesar de las maniobras de reanimación, el joven, de tan solo 20 años, ya estaba herido de muerte y no pudieron hacer nada para salvarle la vida.
La policía se encargó de acordonar la zona del homicidio y cortar el tráfico. Posteriormente, llegaban más dotaciones de los Mossos y, seguidamente, la División de Investigación Criminal (DIC) de la Región Metropolitana Norte. Los mossos colocaron una manta de aluminio encima del cadáver y un paravientos para aislarlo, a la espera de la llegada de la comisión judicial.
APUÑALAMIENTO MORTALLa escena vivida hace menos de 24 horas a plena luz del día fue estremecedora y familiares y amigos de la víctima, que vivía a escasos metros de donde lo habían matado, se empezaban a reunir en la esquina. Entre la gente había varios jóvenes, se escuchaban lloros y posibles nombres de sospechosos. A las 15:40 horas llegaba el vehículo funerario para hacer la retirada del cadáver.
La División de Investigación Criminal de los Mossos se hizo cargo de la investigación y poco después detenían al principal sospechoso del apuñalamiento mortal, un joven de 24 años de nacionalidad española.
Las primeras investigaciones apuntan a que los dos jóvenes ya se conocían y habrían quedado para enfrentarse después de una discusión previa. Una discusión en la cual hubo armas blancas de por medio y apuñalamientos mutuos. El caso se encuentra bajo secreto de sumario.