La policía española ha detenido a cinco personas en la demarcación de Barcelona y ha desarticulado un grupo criminal que, supuestamente, se dedicaba a captar y explotar sexualmente a mujeres en Qatar, además de otros países como Países Bajos y Australia. Según la policía, las víctimas eran captadas a través de redes sociales con ofertas de trabajo relacionadas con la prostitución de lujo en las que se ofrecían muy buenas condiciones, pero que, en gran parte, resultaban ser falsas. Algunas de las mujeres explotadas sufrieron agresiones sexuales y robos por parte de clientes. Durante la operación policial se registraron dos viviendas de la demarcación de Barcelona donde los agentes encontraron documentación y material informático relacionado con el caso y 85 gramos de hachís.
La investigación policial comenzó a raíz de una denuncia recibida en el correo electrónico [email protected], una de las herramientas de que dispone la policía española para facilitar la colaboración ciudadana y la denuncia, anónima y confidencial, de este tipo de delitos. A partir de aquí, los agentes constataron la existencia de una organización criminal establecida en la demarcación de Barcelona y en Ámsterdam, que se dedicaba a captar mujeres y trasladarlas a Australia y ciudades como Doha, Ámsterdam o Ibiza, para que ofrecieran servicios sexuales.
A las víctimas que viajaban fuera del estado español las formaban para que cruzaran la frontera haciendo ver que eran turistas, e incluso las inscribían en cursos de formación para que accedieran a los países con el visado de estudiante.
Según la policía, el grupo criminal prometía a las mujeres unas condiciones económicas y personales muy ventajosas que en realidad no se cumplían. Así, eran sometidas a un estricto control físico, las obligaban a estar disponibles las 24 horas del día y eran controladas mediante cámaras de vídeo vigilancia en las casas de citas. Incluso, el grupo sancionaba económicamente a las mujeres si desconectaban las cámaras.
Agresiones sexuales y robos
En la capital de Qatar, Doha, las mujeres se alojaban en apartamentos turísticos reservados por la organización y solo se llevaban el 50% del dinero acordado. Varias de ellas fueron agredidas sexualmente y sufrieron robos por parte de clientes, quedando desamparadas por las leyes de Qatar país y tuvieron que recurrir a la ayuda de amigos y familiares para abandonar el país.
Por otro lado, las mujeres enviadas a Ámsterdam eran controladas por un miembro de la organización que vivía en la ciudad y que se encargaba de recogerlas en el aeropuerto, trasladarlas a la casa de citas y de recoger periódicamente los beneficios, además de amenazarlas en caso de que quisieran abandonar la casa.
La operación policial finalizó con la entrada y registro en dos viviendas de la demarcación de Barcelona donde se intervino abundante documentación relacionada con los delitos investigados, libretas de contabilidad de los servicios realizados por las víctimas, documentación fraudulenta utilizada por los miembros de la organización, agendas telefónicas, material informático y 85 gramos de hachís.
