Una vecina de Barcelona se suicidó la noche de Navidad ante la inminencia de su desahucio, según ha denunciado este domingo el Sindicato de Inquilinas en un comunicado. La entidad asegura que la inmobiliaria y la propiedad del piso activaron el proceso de desahucio “sin miramientos y a la primera de cambio, ante un primer retraso en el pago del alquiler”. Los servicios municipales habían conseguido aplazar un mes el desahucio mientras le buscaban una vivienda alternativa “que no llegaba”, y la mujer, finalmente, se quitó la vida “con todas sus pertenencias ya en cajas”, explica el Sindicato.
“No podemos permanecer en silencio ante un ejemplo más de un sistema injusto, absurdo y enfermo”, asegura el Sindicato de Inquilinas, que lamenta que cuando se llega a una situación como esta “ha fallado todo”.
En este sentido, ha afirmado que falla “un sistema en el que la población no tiene garantizada una vivienda digna, estable y segura” y que “rentabiliza incluso la desesperación y el sufrimiento”. Asimismo, el Sindicato ha criticado el abordaje público de la problemática habitacional, lamentando que solo se ofrezcan prórrogas y moratorias pero no se pueda resolver el problema de fondo.
“La amenaza de perder la vivienda, de no poder pagarla, de ser expulsado de casa, es un motivo de angustia insoportable para cada vez más personas”, ha lamentado el Sindicato de Inquilinas. “Ella estuvo luchando, pero no pudo más”, ha añadido.