El pasado día 10 de octubre, a 260 metros de la costa de Sant Adrià y Badalona, un barco pesquero detectó un vertido de aguas fecales y toallitas. Ante el suceso, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) explicó que se había roto una tubería submarina que lleva los residuos hasta a más de 2 kilómetros y medio de la costa y añadió que el vertido, en realidad, había sido previamente saneado por la depuradora EDAR Besòs, gestionada por AGBAR.
Este miércoles, la Coordinadora Vecinal Metropolitana Airenet que agrupa entidades del Barrio de Besòs, Maresme, Diagonal Mar, el Fòrum, el Front Marítim, Sant Adrià y Badalona, junto con una decena de organizaciones más, han interpuesto una denuncia a la fiscalía de medio ambiente y urbanismo y al servicio de protección de la naturaleza (SEPRONA) por delito ecológico.
Según aseguran los colectivos denunciantes, esta es la gota que ha colmado el vaso en una zona donde hay mucha contaminación y dejadez de las administraciones. "No podemos más", explican desde las plataformas recordando que además de la depuradora de EDAR Besòs, en el entorno se encuentra el cinturón de rondas, la incineradora, el depósito de aguas fluviales, METROFANG o el crematorio.
Añaden que no son las únicas personas preocupadas, ya que los mismos pescadores están hasta arriba. "Este verano, sin ir más lejos, las playas han estado con bandera roja muchos días, por culpa de la contaminación del agua", aseveran desde Airenet.
Estos son los motivos que les han hecho seguir adelante con la denuncia. Consideran que puede haber indicios de actuaciones delictivas y dejadez por parte de determinadas administraciones públicas (ayuntamientos, consorcios, gobierno autónomo) y autoridades que pudieran infringir normativas ambientales y legislación sobre salud pública, en particular, del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), la Agencia Catalana del Agua y Aigües de Barcelona (AGBAR), en lo que se refiere al incidente de la EDAR Besòs.