En las últimas semanas, las actuaciones de los Mossos d'Esquadra han estado en el centro del debate político. De hecho, está siendo uno de los puntos destacados en las negociaciones de los partidos independentistas para formar un nuevo Gobierno, después de que una chica perdiera un ojo por una bala foam de los agentes antidisturbios en una manifestación de apoyo a Pablo Hasel.
Aparte de debatir sobre las actuaciones del Área de Brigada Móvil (BRIMO) en las manifestaciones, otro de los puntos calientes es la presencia de los Mossos cuando se debe ejecutar un desahucio. En este contexto, hoy se han conocido unos hechos que puede echar más leña al fuego al debate sobre las actuaciones del cuerpo policial catalán.
La Plataforma de Afectados por la Hipoteca y la Crisis (PAHC) de Sabadell ha denunciado públicamente que este miércoles ha sido desahuciada una pareja que estaba en cuarentena. Los afectados se habían hecho una prueba PCR por haber estado contacto estrecho con un positivo de Covid-19 y, por este motivo, cumplían 10 días de aislamiento preventivo.
Según han confirmado fuentes municipales, los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Sabadell habían pedido al juzgado aplazar el desahucio porque la familia se encuentra en una situación vulnerable, pero la petición no ha sido atendida y, este miércoles, se ha ejecutado la orden judicial. Aunque el consistorio ha ofrecido un alojamiento a los afectados, finalmente éstos se han trasladado al domicilio de unos familiares.
El desahucio de esta familia y las formas con que se ha ejecutado han generado las críticas de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y la Crisis (PAHC) de Sabadell. El colectivo ha criticado los hechos y la presencia de agentes de los Mossos d'Esquadra con arma larga, ya que consideran que el dispositivo policial ha sido «desmesurado».
La PAHC ha denunciado que el desahucio se ha llevado a cabo con «dos ARRO, armados hasta los dientes» y que «esta fuerza desmesurada no hace más que agravar la situación». Además, les acusan de «criminalizar la pobreza» y de actuar «con brutalidad, haciendo que familias sin recursos queden expuestas como si fueran delincuentes». Finalmente, también se preguntan si «de verdad creéis necesario llevar metralletas a un desahucio?» y si «de verdad, para echar a alguien de su casa, se debe ir con actitud paramilitar, sabiendo que nuestras actuaciones son del todo pacíficas?»