El PSC ha ganado las elecciones municipales de Mataró de este domingo 28 de mayo con el 33,22% de los votos, una vez se ha escrutado el 100% de las papeletas. De este modo, David Bote consigue mantener la alcaldía, aunque lo hace con 11 concejales, 2 menos que en 2019.
Con todo el voto escrutado, la otra noticia de la noche es la irrupción en el consistorio de Vox, que entra con 4 concejales y empata como segunda fuerza con ERC. Los republicanos, sin embargo, han conseguido 1.000 votos más que los de Santiago Abascal. Junts con 3 concejales, PP con 2 (que también entra después de una legislatura en blanco), En Comú Podem con 2 y CUP con 1 cierran el consistorio. Ciudadanos queda fuera.
En los comicios de 2019 el PSC consiguió una victoria cómoda con 21.518 votos, el 38,73% del total, y 13 concejales. ERC consiguió la segunda plaza con 14.555 votos (26,2%) y 8 concejales. Tres formaciones más consiguieron plaza en el Ayuntamiento de Mataró, cada una con 2 concejales: En Comú Podem Mataró (3.744 votos, el 6,74%), Junts (3.631 votos, el 6,54%) y Ciudadanos (3.411 votos, el 6,14%).
El alcalde de Mataró, David Bote, pasó de dar la sorpresa consiguiendo la alcaldía en 2015 a rozar la mayoría absoluta en 2019. Su irrupción en el tablero político mataronés, de hecho, sirvió para reflotar el PSC después del batacazo de 2011, cuando CiU les arrebató una plaza histórica. Ahora Bote ha conseguido mantener la alcaldía, aunque con algo menos de esplendor que entonces.
ERC intentaba el sorpasso con Pim Camprubí, después de los históricos resultados de las últimas elecciones, y aunque los republicanos han conseguido la segunda posición, se han quedado lejos de las expectativas. En un mandato marcado por la pandemia, la gestión del auge de las ocupaciones, la implantación del anillo ciclista, la pacificación del centro o los cambios en el servicio de limpieza han sido los principales elementos de debate político.
La participación en los comicios de 2023 ha sido del 51,46%, 12,09 puntos menos que hace 4 años, en una cifra que mantiene la tónica de lo que ha pasado en buena parte de los municipios catalanes.