Este pasado lunes, en la ciudad de Barcelona, unos agentes ayudaron a llegar al mundo a un bebé en el momento en que una mujer se encontraba a punto de dar a luz. Fueron unas impactantes noticias en el cuerpo de los Mossos d'Esquadra.
La mujer, poco antes de las 9, se disponía a entrar con su furgoneta en la Ronda de Dalt, pero el tráfico, un lunes más, era demasiado intenso. Pendientes de evitar el atasco, sobresaltó un taxista pakistaní que se colocó justo al lado de la furgoneta y con cara alterada llamó su atención gesticulando. Llegó la policía, y una furgoneta ARRO de Barcelona de los mossos acompañó hasta el hospital a la familia que estaba de parto.
Los policías, para que la familia llegara a tiempo al centro hospitalario, abrió paso a través del tráfico al taxi donde viajaban y una mossa asistió a la madre en la puerta del centro cuando ya nacía la criatura.
Al llegar, la agente vio que estaba a punto de dar a luz, y le quitó los pantalones y cogió con cautela la cabeza de la criatura, que colgaba inmóvil transmitiendo la impresión de que había muerto. Cuando sujetó el cráneo, por inercia, salió el resto del cuerpo. Y nació. La policía se lo acercó a la cara y buscó un contacto visual con el bebé, confiando en percibir un signo de vida. Los ojos se entreabrieron un poco, la boca balbuceó y se oyó el rumor gutural de un recién nacido. No estaba muerto.
Así pues, el bebé nació antes de que llegaran los sanitarios de Vall Hebron, en manos de una de las agentes.
Los policías han recibido el agradecimiento de la familia del recién nacido y del personal sanitario.
