Fue en 1930 cuando Barcelona superó el millón de habitantes y en 1950 cuando el número de personas que viven en la ciudad llegaba al millón y medio. Desde entonces la demografía de la capital catalana se ha estancado y en cincuenta años sólo ha crecido en 100.000 ciudadanos hasta situarse, en 2019, en los 1.635.762 habitantes. Pese a ello, ¿qué nos espera para los próximos 10 años?
Según datos del Departamento de Estadística de Barcelona, los números no aumentarán de forma sustancial e incluso, en alguno de los escenarios que plantea el estudio municipal, la población podría disminuir. Todo ello teniendo en cuenta que el estudio que toma como referencia el año 2018 no contempla la última ola de defunciones provocada por el coronavirus y tampoco los cambios en las dinámicas migratorias causadas por la pandemia que podrían hacer que la población se redujera en 10 años, aún más.
Dicho esto, el departamento ha elaborado tres escenarios. Uno bajo en el que la población de la Ciudad Condal se reducirá en un 1,64%, uno medio en el que el aumento de la población será del 1,7% y un escenario de crecimiento alto en el que la población de Barcelona alcanzará los 1.691.125 habitantes.
En parte, el estudio considera que el reducido aumento de la población estará determinado por un factor. Si bien es cierto que el saldo natural, es decir los nacimientos menos las muertes será prácticamente cero, el saldo migratorio se irá estancando a medida que pasen los años, e incluso, en el escenario bajo, plantea que en 2031 emigrarán más personas que las que vengan.
Además de esto, las estadísticas nos dejan algunos datos interesantes como el número de hombres y mujeres en la ciudad. Así, en 2031 las mujeres supondrán el 53% de la población mientras que los hombres serán el 47% restante. Por otro lado, si observamos el peso de la ciudad respecto a Cataluña, vemos que si en 2018 Barcelona representaba el 21,6% de la población de Cataluña, en 2031 pasará a representar el 20%.
Por último, en los datos se observa que los distritos que más crecerán serán Ciutat Vella que en el escenario de crecimiento medio verá aumentar su población en 16.000 habitantes y el Eixample que lo hará en 7.000. Horta-Guinardó es el distrito donde la población más caerá hasta perder 2.000 habitantes. En Sants-Montjuïc el crecimiento aproximado será de 3.000 personas, en Sarrià-Sant Gervasi de 3.000, en Sant Martí de 3.000, en Gràcia de 2.000. Tanto Nou Barris como Sant Andreu prácticamente se quedarán igual en cuanto a número de habitantes, y les Corts vivirá un descenso demográfico de menos de 1.000 personas.