El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 4 de Barcelona ha condenado al Servei Català de la Salut (CatSalut) a indemnizar con 67.146 euros a un paciente por "mala praxis" en la atención que recibió en el Centre d'Atenció Primària (CAP) de Malgrat de Mar. El incidente tuvo lugar después de que el paciente, un diseñador gráfico de 31 años, acudiera a este centro el 7 de diciembre de 2021 por un corte provocado con un cúter en el pulgar de la mano derecha.
En su demanda, el denunciante sostuvo que se produjo una negligencia médica en el tratamiento que se le ofreció. Según su versión de los hechos, en la primera visita se le curó la herida y se le puso una férula, pero no se le realizaron más pruebas, ni se le derivó a un hospital. El paciente afirmaba que, a pesar de no poder mover el dedo, no se le hizo una exploración a fondo ni se le derivó a realizar pruebas por imagen, a pesar de que, como señala su defensa, "el 14 de diciembre, la enfermera ya hizo constar que el paciente no hacía la flexión completa de la última falange". Esto, según la defensa del paciente, debería haber levantado sospechas sobre una posible afectación en el tendón.
Ante la persistencia de los síntomas, el 20 de diciembre el paciente fue derivado urgentemente al Hospital Sant Jaume de Calella, donde se diagnosticó que sufría una herida con probable rotura del tendón flexor largo del pulgar. Se programó una intervención quirúrgica para el 23 de diciembre, después de 14 días sin diagnóstico ni tratamiento adecuado
El juzgado ha sido claro en su sentencia, concluyendo que se produjo una "mala praxis" por parte de los profesionales del CAP, ya que, según el perito consultado, ante una herida en el trayecto del tendón flexor del pulgar, se debe sospechar siempre de una posible rotura tendinosa "hasta que se demuestre lo contrario". Además, el perito añadió que es esencial realizar una "exploración clínica cuidadosa" para evitar que el problema se complique. En este caso, la falta de exploración clínica inicial provocó que la lesión del tendón pasara desapercibida, lo que retrasó el tratamiento quirúrgico necesario. Según el juzgado, "la falta de valoración de la gravedad de la lesión impidió la cirugía de la misma con carácter urgente".
Otro aspecto que ha tenido en cuenta el juzgado es que, como indicó el perito, la probabilidad de reparar el tendón con éxito y evitar complicaciones es mucho más alta cuando la intervención se realiza dentro de las primeras 24-48 horas después de la lesión, en lugar de esperar más de siete días, como sucedió en este caso.
En cuanto a las consecuencias para el paciente, el juzgado ha destacado que la lesión tuvo un impacto grave en su vida laboral y personal. El diseñador gráfico estuvo 873 días de baja laboral como consecuencia de la lesión y de la intervención quirúrgica posterior. Su defensa había pedido una indemnización superior a los 71.000 euros por daños físicos y emocionales, así como por los días de baja laboral. Finalmente, la sentencia ha establecido una indemnización de 67.146,76 euros.
Esta decisión abre el debate sobre la importancia de un diagnóstico y tratamiento adecuados en los primeros momentos tras una lesión, así como la necesidad de una atención médica más rigurosa por parte de los profesionales sanitarios.