Collboni pierde la cuestión de confianza, pero asegura los presupuestos si no hay moción de censura

El alcalde de Barcelona utiliza esta fórmula por segunda vez tras no obtener suficientes apoyos para aprobar las cuentas de 2026

26 de noviembre de 2025 a las 11:34h

El Ayuntamiento de Barcelona ha iniciado este miércoles la cuestión de confianza vinculada al presupuesto municipal. En una sesión plenaria extraordinaria, el gobierno de Jaume Collboni ha puesto en marcha este procedimiento después de que la propuesta de cuentas para 2026 fuera tumbada el 21 de noviembre. Solo el PSC y ERC han votado a favor y los Comuns se han abstenido, mientras que PP, Vox y JuntsxBCN han votado en contra. 

Con este paso, el calendario queda fijado. Se abre ahora un periodo de un mes en el que los grupos de la oposición pueden presentar una moción de censura con un candidato alternativo a la alcaldía. Solo prosperará si obtiene el apoyo de 21 de los 41 concejales. Si nadie consigue tejer esta mayoría, el 29 de diciembre —primer día laborable tras agotarse el plazo— las cuentas se entenderán aprobadas automáticamente. En este caso, se publicarían en el BOPB antes del 31 de diciembre y entrarían en vigor el 1 de enero de 2026.

Collboni ha defendido con rotundidad la estrategia. “Barcelona tendrá el presupuesto más expansivo de su historia y lo haremos sin incrementar la presión fiscal a familias, autónomos ni pequeñas empresas”, ha asegurado. Según el alcalde, las nuevas cuentas consolidan la línea política del gobierno: “rigor, responsabilidad y respuesta directa a las necesidades de la ciudadanía”, especialmente en vivienda y seguridad, dos ámbitos donde el consistorio reivindica “los primeros resultados tangibles”.

El alcalde ha insistido en que el presupuesto es “una herramienta para garantizar el derecho a vivir y quedarse en Barcelona”, con medidas que van desde el impulso del parque público de vivienda a la promoción económica o la mejora del espacio público. “Hablamos de equipamientos deportivos, zonas verdes, becas, planes de barrio, vivienda social... No debería ser tan difícil encontrar consenso”, ha lamentado.

 

4.180 millones para 2026: más dotación y más vivienda

El proyecto presentado por el gobierno asciende a 4.180,8 millones de euros, un 8,5% más que las cuentas iniciales del 2025. Las cuentas priorizan la atención a las personas, los servicios básicos y la vivienda, al tiempo que mantienen congelados los tributos municipales.

La vivienda vuelve a ser el gran eje del gasto social: 240 millones de euros, un incremento del 33%, para ampliar el parque público, reforzar la rehabilitación, comprar nuevos inmuebles e incrementar las ayudas al alquiler. Paralelamente, el gobierno mantiene un volumen inversor de 862 millones de euros, destinado a grandes obras, transformaciones urbanas y equipamientos de ciudad.

Con la cuestión de confianza activada, Barcelona inicia ahora una cuenta atrás política de máxima intensidad. Si la oposición no convierte el desacuerdo presupuestario en una alternativa de gobierno, las cuentas más elevadas de la historia de la ciudad quedarán automáticamente aprobadas a las puertas del 2026.