La sustitución del alumbrado en el parque del Turonet de Cerdanyola del Vallès ha implicado un ahorro de consumo del 75 %. Antes de la intervención, la iluminación de este espacio verde metropolitano implicaba una potencia de 25,5 kW, mientras que con la renovación del alumbrado ha bajado hasta los 6 kW.
Este ahorro equivale al consumo doméstico medio de 29 viviendas en un año. Se ha ampliado y renovado la instalación completa de alumbrado, se han sustituido todas las canalizaciones y cableado, se han hecho modificaciones en el armario eléctrico y se han colocado un total de 116 luminarias y 60 columnas con una inversión de 350.000 €.
En cuanto a la extensión, se han iluminado aproximadamente 2.500 m2 más, cifra que representa un incremento del 20 % de las zonas iluminadas dentro del parque.
La última intervención de alumbrado en los parques metropolitanos fue en el parque del Molinet de Santa Coloma de Gramenet, que culminó a principios de 2023. En las zonas donde se ha intervenido, ha mejorado la sensación de seguridad, ya que hay unos niveles lumínicos superiores y luz de color blanco.
Además, las luces se adaptan a los usos del espacio en función de si detectan personas o no, de forma que respetan más la biodiversidad del entorno.
La mejora de la eficiencia energética de las instalaciones de alumbrado de toda la red de parques metropolitanos es una de las líneas de trabajo del Servicio de Gestión de Parques de la AMB.

El objetivo es actualizar las instalaciones sobre la base de las nuevas tecnologías disponibles en el mercado, adaptándolas a los usos actuales para mejorar su eficiencia energética y reducir los consumos eléctricos asociados, siempre teniendo presente la seguridad de los usuarios y la biodiversidad urbana.
Renovación de alumbrado en el espacio público: ahorro, salud y seguridad
La AMB sigue implementando el cambio de alumbrado de diferentes parques metropolitanos con un triple foco: ambiental, económico y social.
En primer lugar, la sustitución de alumbrado implica un aumento de la eficiencia energética y una disminución de la contaminación lumínica, lo que permite mejorar la calidad ambiental y hacer frente a la emergencia climática.
Este alumbrado tiene la certificación energética tipo A, es decir, tiene una buena eficiencia, ya que el diseño y los materiales escogidos hacen que con poca energía se genere la iluminación necesaria para conseguir niveles de confort visual, sensación de seguridad y una correcta reproducción cromática.
Por otro lado, la sustitución de alumbrado en el espacio público también supone una reducción del coste de la energía y permite hacer un importante ahorro a las arcas públicas de los ayuntamientos metropolitanos. Se prevé que se reducirá el pago del coste de la energía entre un 50 % y un 75 %, en función de la actuación que se haga en cada parque en concreto.
Además, la presencia de más iluminación implica un incremento de la seguridad de los usuarios y una mejora de su percepción de confort y tranquilidad.
Albert Gassull, director de Servicios de Espacio Público de la AMB, afirma que: “El diseño y la gestión del espacio público pasa por un cambio de paradigma para mejorar la sensación de seguridad de los usuarios y con visión de perspectiva de género, que nos permita tener unos parques metropolitanos seguros, inclusivos y con la convivencia como eje prioritario”.