Los trabajadores de Magneti Marelli en Santpedor (Bages) han iniciado este lunes una huelga indefinida coincidiendo con la última fase de negociaciones del ERE que afecta a los 52 empleados de la planta. La movilización llega como “última medida de presión”, según ha explicado a la ACN el presidente del comité de empresa, Dani Melero, ante la falta de una propuesta “sólida” que garantice la continuidad del centro o mejore las condiciones de salida de los afectados.
Entre 150 y 200 personas se han concentrado esta mañana ante el Departament d’Empresa i Treball, donde está previsto que se celebre una de las últimas reuniones de negociación entre los representantes laborales y la dirección de la compañía.
“La planta se ha dejado morir”
Melero asegura que la plantilla “siempre ha apostado por la reindustrialización” y acusa a la dirección de haber “dejado morir la empresa” al no presentar proyectos viables para mantener la actividad productiva en el Bages. Aunque admite que ha habido “algunos movimientos”, los trabajadores consideran que no han sido suficientes ni han tenido el peso necesario para frenar el cierre.
La compañía mantiene su posicionamiento y no prevé retirar el ERE por cese total de la actividad, que ya se da por inevitable. “El cierre para 52 familias sigue adelante y esto no tiene marcha atrás”, lamenta Melero, que califica la situación como “límite”.
Apoyo sindical y movilización creciente
A la concentración de este lunes también han participado representantes de CCOO, único sindicato con presencia en la empresa, así como trabajadores de otras plantas del grupo —como las de Barberà del Vallès y Llinars del Vallès— y delegados sindicales de otros centros de trabajo de la comarca.
La penúltima reunión entre empresa y comité está prevista para las diez y media de la mañana. La del próximo jueves será el último encuentro formal dentro del periodo de consultas.
Huelga indefinida hasta desatascar el conflicto
El comité de empresa ya ha avanzado que la huelga se mantendrá hasta que haya “una propuesta satisfactoria” que permita avanzar en las negociaciones y dar una salida digna a la plantilla.
La situación deja el futuro laboral de 52 familias pendientes de un acuerdo que, hoy por hoy, parece cada vez más lejos de materializarse.