Caos absoluto e insostenible por las obras en la R2N y la R11 en La Sagrera

16 de octubre de 2022 a las 11:18h

Aunque las autoridades del Ayuntamiento de Barcelona insisten en el discurso del uso del transporte público, la realidad de los usuarios es totalmente diferente, y el problema se agrava llegando al caos absoluto para acceder y salir de Barcelona, por la congestión del tráfico y por las obras de La Sagrera. El corte en la R2N y R11 por las obras en la Sagrera llega al primero de los tres meses entre quejas de los usuarios, que ven como el tiempo de trayecto se incrementa hasta una hora y media. Al cabo de 30 días, los 28.500 viajeros diarios que han utilizado estas líneas, muchos de los cuales procedentes del Vallès y las comarcas gerundenses, se han acostumbrado a ir y volver de Barcelona bajando en Sant Andreu Comtal y a caminar los cinco minutos que la separan de la estación de metro, que ha notado un 85% más de demanda. A pesar de estar acostumbrados, algunos de los viajeros lamentaban que para su vida cotidiana todavía es "caótico" tener que desplazarse hasta Sant Andreu Comtal para coger la R2N o la R11. "Esto es Trenaventura", asegura una usuaria a la ACN.

La Asociación por la Promoción del Transporte Público (PTP) considera que "las molestias han ido disminuyendo" con el paso de los días, pero que la información dada no fue suficiente en un primer momento, ya que "con unos carteles no basta", según ha dicho su portavoz, Daniel Pi, que ha puesto como ejemplo el corte de la R1 del fin de semana del 17 y 18 de septiembre donde los autobuses que se habilitaron entre Badalona y Sant Adrià no se utilizaron por "falta de información".

La entidad también lamenta que las obras no se hayan escalado en el tiempo y que ahora haya diferentes puntos de Rodalies –La Sagrera, Montcada, Sant Feliu, Castellbisbal- con afectaciones. Estas obras, además, coinciden en un momento en que la red ferroviaria está muy tensionada "porque llevamos un montón de años que no se han hecho las inversiones necesarias y la red se aguanta por un hilo, una pequeña incidencia causa un estropicio". "Lógicamente", añade, "el usuario se siente desamparado y enfadado".

Con todo, la entidad ha celebrado que las obras para terminar la nueva estación de la Sagrera y de Sant Andreu Comtal se están haciendo para conseguir una red más robusta. "Por lo tanto, en principio, cuando todas las obras estén terminadas, un buen operador podrá actuar con muchas menos incidencias que ahora", afirma Pi.

La principal queja de los usuarios ha sido que el tiempo de viaje se ha incrementado notablemente y también el cansancio acumulado de hacer "un transbordo tras otro". Entre los pasajeros habituales de la línea, está Carla Alonso que viene de Granollers para trabajar en Barcelona y que tarda "una hora y media más" que antes, pero descarta ir en coche porque los atascos que se crean "aún son peores".

En cuanto a la información, varios usuarios comentan que se habían enterado "de casualidad" de las obras en un inicio. Es el caso de Jèssica que explica que se encontró con las incidencias sin conocerlas el primer día. Un mes después, ha tenido que cambiar el trayecto entre Badalona y el Clot, donde no tenía prácticamente que salir de la estación, para venir hasta Sant Andreu Comtal. "Sigue siendo un caos, tengo que salir una hora antes", explica.

Otra queja entre los usuarios que llegaban a Sant Andreu Comtal es que los informadores no comunican con precisión los horarios de todos los trenes sino que dan intervalos como "entre dos y tres cuartos" y se obliga a esperar fuera del andén en una zona donde no hay asientos. Anna, que viene de Santa Coloma de Farners a Barcelona tres veces por semana, explica a la ACN que una persona con problemas de movilidad se pudo sentar en la escalera pero no en el andén. "Esto es como Trenaventura", lamenta esta usuaria que se levanta a las seis de la mañana para estar en Passeig de Gràcia a las nueve y media.

En cambio, no todos los usuarios reniegan de los cortes, ya que también han comportado un incremento de frecuencias para los pasajeros del Vallès. Así, la R11, la línea de Girona, está haciendo parada en todas las estaciones entre Granollers y Sant Andreu. "La parte negativa es que los trenes sólo llegan hasta Sant Andreu, pero la parte positiva es que tenemos más trenes y me gustaría que se mantuviera en el futuro", dice Kevin Simon, un estudiante de Montcada i Reixac que tarda "más o menos lo mismo" tiempo que antes en ir a la universidad.

 

Renfe defiende el dispositivo alternativo

Por su parte, el portavoz de Renfe, Antonio Carmona, ha hecho una valoración "positiva" del funcionamiento del dispositivo alternativo de Renfe para los viajeros afectados por las obras aunque admite los "inconvenientes" que supone el cambio de la rutina de los usuarios habituales. En este sentido, señala que la operadora está dando "la mejor alternativa posible dadas las circunstancias". "Los viajeros han confiado en esta reprogramación y nos estamos moviendo en números muy similares a los que teníamos en 2019", añade Carmona en declaraciones a la ACN.

Concretamente, en el primer mes de afectaciones, se han registrado 28.500 viajeros diarios de la R2 norte y R11, cifra que equivale a un 90% de las anteriores a la pandemia y un 10% más que en mayo de este año. Además, la compañía ha contabilizado 650 viajeros cada día que han hecho uso de los buses que unen Granollers Centre y Sant Andreu Comtal con Sagrera Meridiana.

También, se ha observado un incremento de 1.500 pasajeros diarios en municipios que también disponen de otras líneas de Rodalies, como Mollet Santa Rosa, las estaciones de Montcada o Granollers Canovelles; y un aumento de 1.000 viajeros diarios en el corredor de alta velocidad entre la capital catalana y Figueres.

Sobre la falta de información que han denunciado algunos viajeros, el portavoz de la compañía asegura que trasladar las alternativas a los viajeros afectados y que sean "lo más fácil posible" son una "parte sustancial" de toda la operativa que supone un corte de estas características. "Siempre que hay un cambio tan importante en la movilidad de las personas, los primeros días es normal que haya algunos tipos de problemas que se van solucionando", continúa Carmona, que afirma que los pasajeros han incorporado este corte como una "nueva normalidad".

 

Un 85% más de demanda en el metro

Durante dos meses más, los usuarios que continúen hacia el centro de la capital catalana deben hacer transbordo a la línea 1 de metro de Sant Andreu. La estación de TMB ha notado un incremento de 9.800 validaciones de viajeros en un día laborable medio desde el 19 de septiembre. Así, antes del corte ferroviario la estación de TMB ahora recibe 21.300 pasajeros de media al día. La demanda casi se ha duplicado, subiendo un 85% respecto a antes de las obras.

Fuentes de TMB han asegurado a la ACN que los metros están "absorbiendo bien la demanda en Sant Andreu y en la línea en general", ya que la operadora dispone de "la oferta más grande de la historia el metro de Barcelona".

 

Futura estación de la Sagrera

Durante estas semanas los trabajos se concentrarán en terminar los 4,3 kilómetros de vías nuevas que pasarán por la nueva estación de la Sagrera, la mitad de las cuales irán soterradas, y que permitirán encajar la línea de Barcelona-Granollers-Girona en la infraestructura.

En cuanto a la nueva estación de Sant Andreu Comtal, se pondrá en marcha a partir del 11 de diciembre. A partir de entonces la estación antigua se destinará a "otros usos", tanto por parte de Renfe como del Ayuntamiento de Barcelona.

 

Tercera fase de las obras

A partir del 3 de diciembre, se iniciará la tercera fase de las obras y de nuevo los trenes comenzarán y finalizarán su recorrido en Montcada i Reixac, donde los pasajeros volverán a tener la opción de continuar su viaje transbordando a pie hasta la estación de Montcada i Reixac – Manresa. Desde allí, podrán enlazar con los trenes de las líneas R4, R12 o R7, o utilizar el servicio de bus complementario, cada 15 minutos entre las 6:00 h y las 22:00 h y con trayecto hasta la Sagrera-Meridiana.

Este dispositivo afectará a 73.000 viajeros, casi el 20% de los usuarios de Rodalies.

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