Una vecina de la Moraleja de Enmedio, en Madrid, ha tenido que convivir 11 horas con el cadáver de su marido en casa. Los servicios de Emergencia y los servicios funerarios no podían acceder al municipio que estaba atrapado por la nieve.
Según informa ABC, el hombre era un paciente oncológico y murió a causa de motivos naturales. El hombre se encontraba en cuidados paliativos y el matrimonio se trasladó a casa de uno de sus hijos para poder cuidar mejor al padre.
Los familiares se pusieron en contacto varias veces con las funerarias y el centro de salud más cercano, pero nadie consiguió llegar al domicilio. "Llamaron hasta 12 ocasiones a los médicos, nadie podía llegar, ni siquiera certificar la defunción", explica la familia. Además, añaden que "lo único que les dijeron fue que abrieran las ventanas y apagaran la calefacción".
Una de las carreteras para acceder a la población es la M-410, que se encontraba cerrada al tráfico por las fuertes nevadas. "Los coches funerarios son muy bajos y no podían acceder por las carreteras", afirma la familia.
El médico consiguió llegar a la vivienda a las tres de la tarde del domingo con la ayuda de los agentes forestales. No podía dejar el centro de salud hasta que llegara algún compañero a relevarlo, si lo hacía el centro se quedaba sin servicio médico.