El jefe del servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Vall d'Hebron, Benito Almirante, ha afirmado que la tendencia a la baja de casos de coronavirus avala un desconfinamiento "mucho más rápido". Ha añadido que un repunte en otoño es "altamente improbable" y que de producirse sería más bien hacia el invierno. Almirante ha explicado que la incidencia del virus a nivel comunitario es "infinitamente inferior" a hace unos meses gracias al confinamiento pero también al aumento de la temperatura y las condiciones climatológicas actuales. Por otra parte, ha considerado que el uso de la mascarilla debería haber sido obligatorio antes y no ahora, cuando cree que debería ser una recomendación. Lo mismo opina sobre la restricción de la movilidad.
Almirante ha asegurado que actualmente el número de casos son "limitados" en número y también limitados a entornos concretos, motivo por el cual "la limitación de movimiento empieza a ser menos necesaria". Por eso, ha afirmado que "no tiene excesivo sentido esperar 14 días" para avanzar de fase.
Ha considerado difícil sacar una conclusión definitiva sobre qué ha jugado un papel más importante en la bajada de la incidencia del virus y ha añadido que ha sido una suma de factores simultáneos. Más allá del confinamiento, ha afirmado que como otros virus respiratorios, el SARS-CoV2 podría haber experimentado un brote en invierno y tener una tendencia natural a la bajada "de forma espontánea" con la llegada del calor.
Es por eso que ve difícil que haya un repunte en octubre como se había dicho hasta ahora, aunque ha apuntado que es difícil hacer futurología y asegurar por completo que el virus no volverá. Sin embargo, ha indicado que la reaparición del coronavirus "se ajustaría más al invierno", por el peso que juegan las condiciones meteorológicas.Almirante ha explicado también que los principales lugares de contagio han sido el entorno familiar, el laboral y las residencias de ancianos. Ha asegurado que no se ha podido demostrar que el virus circule por el aire, más allá de entornos concretos como el hospitalario, sino que es a través de las gotas que expulsa una persona infectada. En estas condiciones, ha afirmado que la distancia social es "un punto fundamental" pero ha añadido que también interviene el factor tiempo, que las autoridades sanitarias sitúan en 15 minutos con la persona infectada, motivo por el cual ha asegurado que un encuentro ocasional "no conlleva riesgo de transmisión".
Ante esto, ha criticado que la obligatoriedad de las mascarillas no llegara antes, cuando sí que habría jugado un papel en el control de la transmisión. Ahora, sin embargo, ha afirmado que "llega tarde la obligatoriedad y debería ser recomendación" para que la gente se la pusiera "en el entorno que quisiera". Ha añadido que lo mismo debería pasar con el resto de aspectos, dando a la sociedad el nivel de madurez para entender que lo que está en juego es la salud.
Sobre los niños, ha explicado que varios estudios apuntan que los niños no suelen contraer la enfermedad al tener un receptor nasal poco desarrollado por la edad y en caso de que se contagien lo más habitual es que sea de forma leve. Ha afirmado que se deberían tener en cuenta estas circunstancias a la hora de decidir sobre sus relaciones sociales y educativas.
