Un 70% de la humanidad deberá vacunarse para garantizar el fin de la pandemia

13 de noviembre de 2020 a las 09:36h

Si las vacunas contra la covid-19 que están en la última fase de desarrollo resultan positivas, aproximadamente un 70% de la población mundial debería inmunizarse para garantizar el fin de la pandemia, ha calculado hoy la científica jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Soumya Swaminathan.

«Ninguna compañía de las que está investigando podrá tener inmediatamente dosis para todos», ha alertado O'Brien, quien ha indicado que es importante por ello que todos los laboratorios continúen sus investigaciones incluso si uno de ellos se adelanta a los demás.

En un encuentro con internautas para analizar los nuevos y esperanzadores avances en vacunas que esta semana se han reportado en EEUU y Rusia, las dos expertas han señalado que las nuevas tecnologías desarrolladas en la actual lucha anticovid «pueden ayudar a protegernos mejor de futuras pandemias».

Aludían en este sentido a tecnologías como el ARN Mensajero (ARNm), usado en las candidatas a vacuna de Pfizer-BioNTech y de Moderna, y que en lugar del habitual recurso a formas debilitadas de un virus utiliza moléculas que dan instrucciones al organismo humano sobre cómo construir anticuerpos.

Swaminathan ha subrayado respecto a las noticias de un 90% de eficacia en los estudios clínicos del proyecto germano-estadounidense Pfizer-BioNTech que se trata de resultados preliminares y «hacen falta más datos» hasta garantizar que puede recibir licencia de producción.

Incluso si las hipotéticas vacunas llegan finalmente a estar disponibles para el gran público, las expertas de la OMS han insistido en que los primeros en ser inmunizados deben ser los trabajadores sanitarios y personas de grupos de riesgo, como ancianos o pacientes con determinadas patologías.

O'Brien ha insistido especialmente en que las primeras vacunas que puedan llegar en unos primeros meses en los que habrá mayor demanda que oferta, no deben almacenarse, y ha advertido a los países contra la idea de crear grandes reservas.

«Lo correcto e inteligente es garantizar que se vacunen los que más las necesiten», ha asegurado, añadiendo que en estos primeros momentos «una vacuna en la nevera no beneficiará a nadie».

Preguntadas sobre los problemas de distribución que podrían conllevar las vacunas desarrolladas con tecnología ARNm, que requieren estar conservadas a temperaturas próximas a los 80 grados bajo cero, las expertas han indicado que esto supondría un desafío pero ya existen tecnologías como el llamado «hielo seco» que pueden ayudar.

También han subrayado que anteriormente ya ha habido vacunas que requerían almacenamiento a temperaturas tan frías, como la del ébola, por lo que se han probado de manera limitada cadenas de almacenamiento y distribución en algunas partes del mundo.

Swaminathan ha explicado que normalmente una vacuna tarda diez años en desarrollarse y que el récord de rapidez ahora ronda los cuatro años y medio, pero que el hecho de que una parte tan grande de la comunidad científica internacional se haya unido en esta investigación podría ayudar a que esta vez sea mucho menor.

O'Brien ha añadido que la OMS necesita unos 20.000 millones de dólares para su plataforma Covax, destinada a financiar algunos de los laboratorios a cambio de que se distribuya equitativamente la vacuna en países en desarrollo.

«Aunque parecen mucho dinero, se pierden cada diez días en comercio y turismo en el mundo ahora supone unos 35.000 millones de dólares», ha comparado la experta canadiense.

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C CIUTAT
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